Capítulo 24

215 16 4
                                    

Había pasado un mes desde el desafortunado encuentro con William. Me gustaría decir que al otro día él volvió y me pidió disculpas por su exabrupto, que nos besamos apasionadamente y que comimos perdices... pero eso nunca sucedió.

La verdad era que desde ese día no volví a ver a William. Cuando llegué a la universidad mi profesora de anatomía me dijo que Will había dado de baja su ayudantía, y que me habían asignado un nuevo consejero. Su nombre era Igor, sólo nos juntamos una vez a estudiar y creo que sólo fue por 20 minutos antes de que diera una excusa absurda para marcharse. Desde ese momento he estado estudiando sola, se me ha hecho muy difícil sinceramente, hay tantas cosas que no entiendo y muy en el fondo... bien profundamente, extraño estudiar con william. Éramos un excelente grupo de estudio.

Así como me alejé de William, me acerqué aún más a Matt. Nos veíamos prácticamente todos los días, para pasear, ir a cenar o simplemente recostarnos en mi sillon a ver películas. Cabe aclarar que no había pasado nada entre nosotros en este tiempo, habíamos acordado ir despacio, más que nada por mí, quería sacarme de la cabeza a William.

Al principio me sentía triste y enojada con migo misma ¿como era posible que en tan poco tiempo este idiota haya calado tan profundo en mi? Me metí en la cabeza que sólo era por cambiar de ciudad, vivir sola, además del echo de que me estaba relacionando con personas, cosa que en mi antigua ciudad no hacía. Asique con el tiempo y la ayuda de Matt pude superar ese enamoramiento tan absurdo.

Justamente estaba esperando a Matt, era un fin de semana hermoso, el día estaba ideal para escapar a algún lugar. Asique Matt pasaría a buscarme para llevarme de paseo, no había querido decirme a donde, le encantaban las sorpresas tanto como a mi me generaban ansiedad.

Minutos más tarde ya estaba sentada en el auto de Matt.

- ¿Entonces... ya me vas a decir a dónde vamos?

- Te dije que es sorpresa- se río de mí.

- Pero hace una semana que planeamos lo de hoy y no me has dado ni una pista, es injusto- me crucé de brazos como una niña de 5 años haciendo que él riera aún más.

- Esta bien- dijo poniendo los ojos en blanco.

- ¡Oye! No me hagas esos ojitos- lo reprendí- Ho... espera ¿dijiste que si?

- Si Sophie, voy a develarte el misterio- lo miré atentamente esperando sus palabras- estamos yendo a la estancia que tiene mi familia a las afueras de la ciudad.

- ¿Tienes una estancia?- abrí los ojos como platos, él solo asintió, concentrándose en conducir- vaya, es increíble ¿cómo es que no me lo habías dicho antes? Estoy segura de que a todos les hubiese gustado venir antes y hacer una especie de campamento.

- Estoy seguro que si, pero quería esperar a tener la oportunidad de traerte a ti primero- posó su mano en mi rodilla y me miró de reojo con una sonrisa en sus labios. Instantáneamente pose mi mano sobre la suya.

Después de media hora de viaje, pasamos por una gran puerta de madera y seguimos por un camino de tierra que se sumergía en la espesura de miles de pinos. Matt abrió las ventanas del coche permitiendo que el aire con aroma a pino nos inunde. Respire profundo y me desperesé.

- ¿Cansada?- me preguntó Matt.

- Claro que no, sólo me preparo física, mental y espiritualmente para el genial día que vamos a tener hoy.

- Me parece perfecto, porque ya hemos llegado.

Una casa enorme apareció ante nosotros. Parecía una cabaña pero echa mansión, con detalles en madera. Impresionante.

- Vaya- dije sin ocultar mi asombro.

- Es una herencia familiar. Ha estado en mi familia desde hace años, cuando mi bisabuelo la construyó para mi bisabuela cuando ella enfermó.

- Es increíble y romántico.

- Si que lo es ¿Bajamos?

Después de recorrer la mayor parte de la casa, porque estoy segura que todavía quedaban sitios por los que no habíamos pasado (Necesitaríamos todo el día para poder recorrerla en su totalidad), almorzamos en el patio trasero que era como un claro entre los pinos, rodeado de rosas rojas. Matt se había lucido con la comida, no podía parar de comer, aunque me autolimité porque sino no me podría mover en todo el día.

- ¿Damos un paseo?- preguntó Matt cuando terminamos de comer. Asentí con mi cabeza.- hay un lugar que quiero enseñarte.

Tomo mi mano y caminamos por un sendero adentrándonos en el bosque. Matt se puso a mis espaldas y tapó mis ojos con las manos.

-¿Qué haces?- pregunté riendo.

- Es sorpresa Sophie, ya estamos cerca, sólo camina un poco mas- y así lo hicimos, caminamos lentamente para que yo no me tropezara- bien ya estamos ¿preparada? Taraaa.

Descubrió mis ojos y tuve que parpadear varias veces para acostumbrarme a la luz. Cuando logré aclarar mi vista me quedé de piedra. Estábamos frente a un lago de agua cristalina, era hermoso.

- Siempre me escapaba aquí con Will cuando éramos niños, era una especie de secreto entre hermanos.

- Entonces no creo que se lo tome muy bien si se entera que me trajiste aquí- la sola mención de su nombre hacia que un escalofrío recorriera mi espalda.

- Era sólo un juego de niños, no creo que ahora le importe. Vamos- volvió a tomar mi mano y nos acercamos aún más al lago. Nos sentamos sobre una valla.

- Me hacía mucha falta venir a un lugar así- dije sonriendo- ¡adiós estrés!- Exclamé sacudiendo mis manos haciendo que Matt largara una carcajada- no te rías y hazlo, vas a ver lo mucho mejor que te vas a sentir- me miró como diciendo "esta chica está demente", pero terminó haciéndolo.

- ¡Adios estrés!- exclamó copiando mi movimiento de brazos, aunque exagerándolos bastante. Me miró divertido- tienes razón... siento como mi estrés saaaaale y la energía del bosque eeeeeentra- se burló.

- No te burles- empujé levemente su hombro. El río y se hacerlo un poco más a mi y yo lo imite haciendo que quedemos hombro a hombro. Matt me abrazo y yo descansé mi cabeza en él.

- Estoy feliz de estar aquí contigo- murmuró Matt- creo que no es nada nuevo que te diga que me gustas- levanté la cabeza para mirarlo de frente- sé que te prometí que iría despacio, pero creo que me estoy enamorando de ti y no quiero dejar pasar ni un minuto más para estar contigo, quiero aprovechar al máximo el tiempo que queda.

- ¿El tiempo que queda?- fruncí el ceño.

- Fue sólo una manera de decir, lo importante ahora es que quiero que estemos juntos- con su mano acarició mi mejilla y se acercó a mí lentamente.

Nuestro beso fue dulce y tierno, no dejó de acariciarme ni un segundo, sentí que el tiempo paraba a nuestro alrededor- eres hermosa Sophie- susurro contra mis labios y yo no pude evitar sonreír.

Matt era todo lo que una mujer podía desear: tierno, romántico y caballero ¿Qué más podría pedir? Es todo lo que siempre quise.

¿No es así?









Voten, comenten y compartan <3




Alejate De Mi   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora