X Capítulo

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—Así que "netflix and chill" con Harry ¿no?–dijo Dominic quién estaba a la par de Lola, esta última se desternillaba de risa.

—Hoy no, por favor–negué con una pequeña sonrisa, y ellas también hicieron lo mismo, pero de pronto esa sonrisita desapareció y puse una cara más seria–¿Son estúpidas acaso? Aparte ¿no saben leer? ¿No leyeron perfectamente que decía "Att. Harry"? O sea él, no yo–Uno, Dos, Tres, respira...Di la vuelta y desparecí por el pasillo. No es que sea dramática pero es que simplemente me sacaban de mis casillas, a veces, mañana les diría que no hablaran acerca de él porque no somos nada y me molestan las insinúaciones.

[...]

Me escabullí en la oficina de Andrea, ya que minutos atrás nos había convocado para una pequeña reunión. Cuando llegué ya había comenzado, bien.

—Permiso–sonreí tímidamente y terminé de empujar la puerta. Andrea se detuvo por unos segundos para demostrarme una cara no del todo feliz y continuar hablando.

—Como decía, no se efectuarán más bailes, dan resultados espectáculares pero me temo que nadie las pondrá a ensayar ni enseñar nuevas coreografías ya que se retira su coreógrafo, Marcus, despídete de ellas por favor–dijo Andrea con notable nostalgia y a su vez mordisqueando su uña.

— ¿Por qué? ¡No! – abrí más mis ojos y vi hacia la esquina que era dónde estaba Marcus.

—Lo siento Ali, hablamos luego, esperame afuera que debo firmar los papeles–sus ojos estaban rojos y amenazaban con botar litros de agua. Salimos todas dejando la oficina casi vacia, exceptuando a Marcus y a Andrea que debían hablar sobre la liquidación de este. Estaba recargada en la pared de la oficina esperando a Marcus, estaba triste porque era una de las tres personas con las que solía llevarme mejor, incluso mucho antes de los bailes.

—Vamos por un café, Ali–me enderecé y caminamos juntos hacia el comedor. Ambos tomamos un café, un sobrecito de azúcar y dos de leche semidescremada al mismo tiempo y al parecer eso le hizo sonreír, nos sentamos en el sillón de espera de recepción y Jimena estaba ahí en su pequeño escritorio.

—Jimena, por favor ve y desaparece por ahí, mi querida amiga y yo necesitamos hablar–le sonrió a ella con superioridad y se despidió con la mano mientras ella asentía y salía de la sala de recepción.

—Y...bien ¿Por qué te vas?

—Como sabes John y yo tenemos alrededor de tres años de estar juntos, ahora soy su prometido–me enseñó su dedo anular–Y digamos como que él es el hombre y no quiere que yo, su dama, trabaje. Quiere que esté en casa y la verdad yo ya estoy un poco cansado, son treinta y cinco años de vida y estoy trabajando desde los quince, verdaderamente no se puede desaprovechar algo así–frunció sus labios.

—Sabes, harás mucha falta por acá. Pero finalmente te vas a casar y vas a poder cumplir eso que siempre quisiste –lo codeé –Una familia, alguien a quien amar,un hogar. Sé que harás feliz a John y, por supuesto, él a ti–le tomé la mano–espero nos visites seguido, ya sabes, cuando no tengas que hacerte manicure o salir de compras y hacer almuerzos para tu principe–me burleé de él.

- Oh querida Ali, me hará falta tu humor–palmeó mi rodilla–pero ya verás, no será divertido cuando el amor te golpeé tan duro que vas a querer aferrarte a él todos los días- me sonrió–Hasta luego Ali, debo limpiar mi habitación– Y me dejó allí, sola.

—¿Eres nueva recepcionista? Vaya, no sabía que tu trabajo daba para tan poco–se burló la voz detrás de mi, obviamente sabía que no era así, solo quería hacerse el gracioso, Harry.

—Y si se puede saber ¿para qué necesitas a la recepcionista?–dije dando la vuelta para encararlo.

—Necesito hablar, exclusivamente, con ella–habló resaltando el "exclusivamente" y añadió–Será que la puedes llamar, por favor.

—Vaya Styles, parece que te tomaste en serio eso de remplazar a ¿Nadine?–divagué

—Sí sí, como sea–volteó los ojos –Llámala por mí, la necesito.

—Ya veo que estás urgente de un polvo, ya voy, ya voy–me puse de pie y comenzé a caminar por el pasillo, se me olvidó abrirle el portón a Harry, era eléctrico por lo consiguiente se debe abrir desde adentro con un tipo de timbre o algo así.

- ¡Abre el puto portón!, ¡Puedo ser descubierto, mierda!

Toqué el timbrecillo y seguí mi camino no sin antes voltearme a Harry y gritarle un "¡Qué le jodan!" Acompañado de un hermoso y largo dedo del centro. Ví a Jimena salir de una de las habitaciónes del pasillo, seguro era la de su madre. Le índique que fuera a trabajar porque la solicitaban en recepción, preguntó que cúal persona la solicitaba y cuando le dije que era Harry esta frunció el ceño y sonrió muy alegremente difundiéndose detrás de mi.

Tenía la tarde libre de trabajo o mejor dicho, ensayos. No tenía absolutamente nada que hacer, les había gritado a Lola y a Dominic y ahora no las podía llamar, no tenía presentaciones y faltaba alrededor de dos o tres horas para maquillarme y alistarme, no se me apetecía ver películas por lo tanto recurriría a mi rutina diaria que era básicamente estar con mi celular y poner un canal de música, eso era literalmente lo que hacía mi tiempo libre. Ahora como ya no tengo bailes, tendría que volver al gimnasio de nuevo porque de alguna manera u otra tengo que hacer alguna actividad física, que aunque yo no lo quiera, así debería ser porque de lo contrario Andrea me llevaría arrastrada hasta allá.

Me cansé de estar acostada escuchando música, nunca me cansaba de la música pero la que estaban poniendo ahorita mismo no era de mi máximo agrado, por lo tanto decidí cambiar mi ropa por algo mejor para salir, quería comprar unos buenos zapatos Valentino con mis ahorros, antes debía llamar a Andrea y decirle que iba a salir para que mandara a uno de sus guardias o "gorilas" como solía llamarle algunas veces. Tomé mi bolsa y salí por el pasillo y aún estaba Harry allí, solo, recosté mi codo al escritorio de Jimena para esperarla ya que según parece se había vuelto a desaparecer, podía sentir la mirada de Harry recorrerme, estaba a mi lado con una posición casi parecida a la mía.

—Lo siento señor Styles me temo que...–Jimena pegó un brinco al verme ahí–Señorita, ¿qué se le ofrece?–titubeó un poco ¿Tanto miedo le doy? –Oh cierto, sí, la esperan afuera, ¡Adiós! –dijo aún con nerviosismo, vi de reojo como Harry fruncía el ceño. Salí de ahí para subirme al auto y emprender hacia el centro comercial en busca de unos preciosos, aunque valiosos, zapatos.

Miracle |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora