III capítulo

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Cuando Dominic regresó ya Lola y yo estabamos listas. Afuera nos esperaba un taxi amarillo, le dí la dirección al chofer y debo decir que la noche estaba hermosa cálida pero fresca, simplemente perfecta. Cuando nos estabamos acercando al lugar se podía apreciar una fila de al menos treinta personas fuera del pub, pagué el taxi y nos dirigimos al local, Dominic habló con el de seguridad y nos dieron paso, se escuchaba desde adentro los gritos de las personas indignadas.

-Eres un perra, ¿Qué le dijiste a ese hombre?- le pregunté

-Bueno, ya sabes, lo que quieren escuchar porque no hay nada que una buena...- dijo Dominic haciendo señas obscenas con sus manos.

-Oh Dios, ¡detente ahí!- expresó Lola haciendo que Dominic y yo explotaramos en carcajadas.

-No me digas que...- dejé las palabras en el aire, tornandose el habiente un poco más serio.

- Es dificíl para alguien que tiene muy poca vida social, ya sabes estoy siempre encerrada ahí con ustedes- dijo Lola apenada.

Ahí termino nuestra "confortable" y para nada "incómoda" conversación, fuimos hasta la barra de licores y le pedí al barman dos chupitos para comenzar a calentar la noche, hoy me iba a divertir demasiado. En mis planes estaba tomar y bailar,mucho pero más bailar ya que no era muy fan de tener resacas al otro día. Me encontraba sola en la barra, creo que hasta el barman se había ido me puse de pie dispuesta para ir a bailar pero en eso mi celular comenzó a sonar, Genial.

-¿Sí?

- ¡Que bueno que contestas, Alanna!, te llamaba para saber donde estabas.

-Oh bueno estoy en un Irish Pub, por que ¿Quieres venir acaso?- contesté sarcasticamente, la secretaria de Andrea era tan ingenua y de una manera eso me estresaba mucho.

- ¡Oh no, señorita! Sabes que no puedo pero gracias.

-Jimena, jamás saldría contigo ni a la esquina, pero ahora rápido dime el porque me llamaste.

- Hmm es que, bueno hay alguien que está preguntando por usted señorita. Quiere pagar mucho por usted ya que la había visto en el baile- el hecho de escuchar que querían pagar mucho por mí me ponía una sonrisa arrogante en el rostro automáticamente.

-No puedo, tengo noche libre y no la voy a desperdiciar, gracias pero no- colgué la línea sin esperar respuesta alguna.

El plan de divertirse seguía en pie claramente, me devolví a la barra y pedí mucho licor, un guapo castaño de cabello corto se acerco y me preguntó si quería bailar y vaya que lo quería, fuí con el inmediatamente. Así pasó mi noche tragos y baile, excepto porque al final de la noche me fuí con el castaño cuyo nombre era Josh. A mis amigas no las había vuelto a ver pero espero que estén disfrutando al igual que yo.

A la mañana siguiente no tenía ni idea de donde demonios estaba, hice un repaso mental y me acordé de lo increíble que la había pasado anoche. Josh era un chico asombroso, lástima que no lo volveré a ver porque yo no repito, y si me llegan a reconocer en la calle solo niego y sigo mi camino. Pude sonar como una vil perra pero es cierto, con todo eso de las enfermedades venerias me daba miedo por lo que antes de eso, por más tonto que sonara, hacía un tipo de cuestionario y si no había protección tampoco tendrían lo que querían, no me fiaba de las personas.

En la habitación no estaba nadie más que yo, habían dos puertas:Una blanca y otra marrón, opté por abrir la blanca para confirmar si era un baño y sí, si lo era me adentre para lavarme la cara y recogerme el cabello. No me había dado cuenta que estaba vestida con mi ropa interior, si sabía que había sucedido algo entre nosotros pero no recuerdo haberme puesto mi ropa interior ayer. Escuché que llamaban mi nombre así que decidí salir del baño y ahí se encontraba el apuesto castaño con un plato de huevos revueltos, pan y jugo de naranja, al verme sonrío.

—Buenos días, preciosa

—Hola, oye sabes el ¿por qué tengo mi ropa interior aún?

—Oh sí, tenía miedo de que mi madre encontrara una mujer desnuda en mi habitación así que te puse tu ropa.

—Ok, espera ahí, ¿Vives con tu madre?- quise, se los juro aguantar una carcajada que pedía salir desesperadamente de mi ser.

—Sí, lo siento. Pero ella no vio nada se lo prometo.

—Eso no es lo que me preocupa realmente -aún tenía esa risa burlona en mi rostro.

- Pero te traje el desayuno, si quieres.

- No gracias, sabes me tengo que ir. Se lo agradezco de verdad, adiós.

Me vestí cuánto antes para salir de ahí. Salí de la habitación,volviendome a encontrar con Josh en la cocina, este se ofreció a llevarme en su auto pero mentí diciendo que ya había llamado un taxi y este esperaba por mí. Sonó idiota tal vez por el hecho de que no tenía idea de donde estaba, pero el se lo creyó y eso era lo que importaba

-Buenos días señorita, la señora Andrea la espera en su oficina -No me molesté en contestarle a la odiosa Jimena, aún no entiendo como alguien puede ser tan gentil y buena con alguien tan mierda, o sea yo.

- Buenas, dijo la borreguita que usted me necesitaba y heme aquí- me señalé.

-Uhh, un cliente te vino a buscar despúes de su baile.

-Sí lo sé, muchos lo hacen con las chicas. Aún no entiendo, vayamos al punto ¿sí?

- Estaba dispuesto a pagar $2000 dolares por estar contigo, así que te pediré un favor, necesito que hagas más bailes y no te vayas- sentenció con dureza.

- Quería una noche de diversión, era viernes, a parte ¿Me vas prohibir salir y tener días libres?

- No solo espera a que alguien te solicite y si nadie lo hace, te vas a "disfrutar"- dijo ironicamente.

-Mmm no es una respuesta razonable, adiós- salí de la oficina dando un portazo para entrar a los vestidores y preparar mi ahora rutina,sí, despúes de lo sucedido con el cliente quieren que baile.

[...]

- 1,2,3 y 4, perfecto Alanna, sonrisa y sensualidad es la mezcla, la bomba perfecta para dejarlos calientes.

Me reí de Marcus, nuestro entrenador, era gay y muy guapo. El primer día que lo ví le dije a las chicas que lo iba a conquistar. Mal hecho, fue lo peor porque nunca en mi vida había sentido tanta pena, se los juro. Él junto con las chicas comenzaron a reírse de mí, luego me dijo: "eres linda, pero no tienes pene". Hizo que mi cara casi explotara de vergüenza, se acercó me abrazó y desde ahí nos convertimos en personas muy cercanas.

- Sabes, que bueno que te fuiste el viernes- sonrió socarronamente.

-¿Por qué?- le pregunté mientras bebía "indiscretamente"de la botella de Marcus.

- El tipo que vino era extremadamente bueno y caliente, bueno con solo decirte que tuve que darme una ducha fría luego de verlo, si sabes a lo que refiero ¿no?

- Eres un asqueroso- le pegué con la palma, juguetonamente, de mi mano.

- ¿Yo? Tú estás babeando mi botella
Core

- Que te puedo decir- me encogí de hombros- tengo sed. Oye ¿sabes como se llama?

- Uyyy la gatita está interesada, pero para tú suerte sí lo sé, se llama Harry, Harry Styles creo- se fue dejándome sola en el salón de práctica.

Quedé estática de pie en el lugar, no jamás, no podría ser él ¿Porqué mi platónico de la infancia? Cuando yo tenía diez años, él veintidos. Ahora el debe tener como treinta o algo así, he visto muy pocas fotos de él actualmente, pero se mantiene igual de guapo y sexy.

Miracle |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora