XX Capítulo

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— Oye– no había respuesta de su parte– Oye– piqué su ojo derecho con el meñique– Hey, Harry despierta– hablé un poco más fuerte y aplasté su nariz con mis dedos por unos segundos hasta que hubo respuesta.

— ¿Qué...?– cuando me vio a su lado sonriendo se quedó callado– Eres grosera, muy desagradable, sentí como que casi muero. Pude haber muerto, de verdad– frunció el ceño y se restregó los ojos.

— No exageres– volteé los ojos– Ya estoy casi lista, necesito que me lleves a la comisaría, sólo me falta el desayuno pero pensé que si entraba a tu cocina y cocinaba algo yo, sería una falta de respeto– le guiñé un ojo antes de dejar la cama.

— Súper respetuosa, tanto que casi ahogas al que te hizo un lugar en su casa. Mínimo con un beso, ¿no?

— Te hubiera despertado así pero te apesta el hocico, no me haría ese daño– me reí de su reacción

— No pero de verdad, ya te hubiera visto yo durmiendo en una miserable silla de la comisaría.

« Él no acaba de decir eso, se pasó. El no sabía diferenciar entre una broma y las palabras serias»

Bueno, gracias por su hospitalidad, Harry. Creo que es mejor que tome un taxi yo sola. Perdón por estorbar.

— No iba tan enserio, Alanna. Lo que dijiste me afectó– dijo poniéndose sus zapatos.

— El problema aquí es que tú no sabes cómo diferenciar una puta broma– tomé mi celular– Aparte, ¿quién no tiene mal aliento cuando despierta? Hazte un favor y no seas marica, Harry– salí de su casa mientras tomaba mi celular y le enviaba un mensaje a Marcus.

"¿Qué haces, amor? ¿Podrías pasar por mí? Ya te paso la dirección, igual voy a estar en la estación de trenes de Cheshire."

Fui caminando hasta la susodicha estación de trenes y cuando estaba por llegar mi celular comenzó a sonar, inmediatamente contesté.

— ¿Sí?

— ¡Hey Ali! –habló Marcus entusiasmado– ¿Qué tal va todo?

— Bien, necesito contarte mucho y te extraño demasiado, Marcus– noté que captaba la mirada de varias personas de la parada del metro, era porque para vestirme había tomado la camisa Ralph Lauren de Harry, mi pantalón de pijama y los tacones que andaba ayer, no se veía mal pero como yo no soy famosa, al andar vestida así la gente no me ve con muy buenos ojos– Podrías pasar por mí ahora, ¿qué haces?

— Ahorita mismo estoy un poco cerca de donde estás, en la panadería y u-hum recogiendo un pedido, o algo así. Pero ya llego, dame cinco minutos y estoy allí.

— Bien gracias, te espero– dije colgando la llamada y tomando asiento en el borde de la acera.

En esos cinco minutos de espera me puse a pensar en cuan perfecta es la vida de los que me rodean, tanto que me hacen sentir un poco miserable, más miserable de lo que ya es. Creo que apartando todo lo malo que me sucede siempre hay algo bueno, no será lo mejor pero es algo, por ejemplo Harry es la cosa buena que me está sucediendo ahora.

Quizá será un poco inaguantable pero es algo que puedo manejar, él me ha ayudado. Sólo el hecho y la valentía que tuvo como para sacarme de ahí cuenta demasiado. Para mí el vale mucho y no sé que estaría sucediendo ahora si él no hubiera tenido la idea de la cámara o la fuerza para ir a denunciar sabiendo que si dice de más en su declaración en contra de Andrea, puede pasar unos meses en la cárcel . No lo dejaría solo jamás sí eso pasara, tampoco dejaría que eso pasara porque inventaría la excusa y el drama perfecto para sacarlo de ese hoyo.

Miracle |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora