Miracle |H.S| (Editando)

XXII Capítulo

— ¿Quieres ir a comprar conmigo? Creo que necesito ropa nueva– me abrazó por detrás, yo estaba terminando mi desayuno.

— Sí, pero sabes que me voy a antojar de cada prenda de las tiendas caras a las que vas y sinceramente no tengo dinero ahorita. Aunque de todos modos iré porque necesito una farmacia. Mira mi espalda– traté de ver encima de mi hombro– Aún duelen y la mayoría falta de sanar así que ocupo una crema o algo. No vaya a ser que se infeccionen y se comience a caer la piel de mi espalda a pedacitos.

— Eres asquerosa– apartó mi pelo de la espalda.

— Y tú una nena– lo señalé con el tenedor–eso puede pasar, ¿te imaginas?

— Eww no– él acariciaba mi espalda, en los lugares en los que no tenía heridas o alrededor de estas– Oye, hoy los chicos quieren ir a 1Oak ¿vienes?

— ¿Van chicas?– apestaría si soy la única mujer

— ¿Eso importa? La idea de algunos es conseguir algo hoy.

— Ohh– alcé mis cejas– ¿Y tú también? Digo, ¿es ese tu caso?

— No, a menos que una deliciosa morena no acepte ir conmigo– rodeé mis ojos, conocía por dónde iba la cosa.

— ¿Ya le dijiste? ¿Aceptó?

— No ha dicho nada pero estoy seguro de que va a ir sí o sí– comenzó a besar mi cuello así que me volteé y tomé su rosada boca.

— Estoy segura de que esa deliciosa morena estaría realmente contenta de ir con alguien como tú. Eres realmente caliente. Y si no lo hace, probablemente estaría perdiendo una de las mejores oportunidades de su vida– lo miré a los ojos, sonreí y lo volví a besar. Lo atraje más hacia mí, lo quería muy cerca de mí y sobretodo, sentir el calor que irradia su cuerpo.

Después de dar por finalizada la escena del desayuno me fui a bañar mientras Harry buscaba algo que ver en la TV. Al salir noté que Harry ya no estaba viendo televisión sino leía las noticias del periódico.

— Ya tienes más de treinta, se supone que te quieres quedar en casa y beber té o que sé yo. ¿No puedes ser un adulto joven no– joven, normal?– dije mientras quitaba la toalla de mi cabeza.

— ¿Qué?– se volteó para verme.

— Estoy completamente segura de que escuchaste– alcé mis cejas y levanté mis hombros.

— Yo no salgo tanto, hace tiempo no comparto con mis viejos amigos. No me encanta la idea de ir a un bar lleno de adolescentes con ID falsos ni mucho menos, pero supongo que es lo que hay ¿no?

— Bueno sí, se ve que te gusta salir sino ¿cómo hubieras llegado a ese bar? Estoy segura de que nunca hubiéramos topado caminos.

— Ya estoy casi lista, me pongo la misma ropa de ayer y nos podemos ir. ¿A ti te falta algo?

— Sí, ¿zapatos Gucci o YSL?– su mirada curiosa me estaba diciendo que hablaba totalmente enserio.

— Gucci, pero solo por hoy.

— Te amo– salió corriendo desde la sala hacia su habitación y de paso tocó mi trasero, adelantándose.

— ¿Enserio? Yo no – rodeé mis ojos– Idiota.

De camino al centro comercial íbamos hablando de cosas triviales y sin total sentido, en menos de dos horas ya estábamos de vuelta a casa, a la casa de Harry. No fueron muchas tiendas las que visitamos realmente ni tampoco lo que habíamos comprado, él incluso compro ropa para mí, él insistió y yo realmente la ocupaba.