La Burbujeante Chica Gorda

Vergüenza pública

En ocasiones pienso que mamá me odia y quiere que termine viviendo sola y con diez gatos; compró golosinas y comida rápida en lugar de frutas y comida sana, ¿qué no se da cuenta que parezco ya una ballena?

Sam pasaría por mí en unos minutos para ir al centro a comprar ropa. (Ya estoy preparándome psicológicamente.)

Entramos a varías tiendas pero no habíamos comprado nada, porque ella dice que todo lo que se prueba se le ve mal. (Ósea qué te pasa, todo se te ve perfecto, a mí sí todo me queda mal, Sam, y no estoy quejándome.)

Después entramos a  Fashion day, su tienda favorita.

—Toma Nai, pruebatelo, seguro que te quedará bien.

Oh sí, seguro que sí (nótese el sarcasmo) ni siquiera sé por qué le hice caso, tomé el vestido blanco y entré al probador.

Esto era horrible, les juro que parecía un chorizo apretado en esa cosa, ni siquiera lograba que el cierre subiera y no me cubría ni una mierda, estaba,
1- demasiado corto
2-demasiado ajustado
3-se me salía la barriga
Daba asco. Abrí la cortina del probador para decirle a Sam lo que pensaba sobre esto y que mejor me diera una blusa o algo más decente.

—A ver gordita, dejame verte— dice sonriendo, trato de evitar que me vea, sin embargo ella abre completamente la cortina dejando el espectáculo a ojos de todo el mundo, siento que me pongo roja como un tomate ya que hay un chico justo frente a mí. Pude sentir su lastima y escuchar los murmullos de la gente.
Me encierro de nuevo, me cambio y salgo del probador.

Estoy odiando a Samantha en este momento, he sido avergonzada públicamente, pero lamento más que esa pobre gente me haya visto así, pudieron haber quedado ciegos o algo peor.

—¿Qué pasa, Nai, lo comprarás?

—Oh, no lo creo, querida, me queda muy bien ese vestido y no quiero hacerte sentir mal cuando salgamos y lo use.

El chico bonito seguía ahí; él se rió de mi contestación y de la cara de disgusto de mi amiga y luego me sonrió.

—Cómo quieras. Por cierto, Naira él es Jake. Jake- Naira.

Él sólo movió la cabeza en forma de saludo y yo lo imité. Era realmente guapo, tanto que podría llorar y lamerle la cara, incluso le encontré parecido a Logan Lerman por esos ojos color azul.

—Me dio gusto verlas, chicas. Ah, si quisieran pasarse en la noche por el restaurante que está en frente del cine, estaré con los muchachos, sería genial que estuvieran ahí.—Jake se dirigió a las dos y luego se fue.— Nos vemos.

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Ily ❤