La Burbujeante Chica Gorda

Perdón

Después de conversar un rato con Nico, decidimos regresar con los demás y vimos más películas hasta que nos quedamos dormidos.

~•~

He decido bajar de peso. Necesito sentirme bien, necesito gustarle a la gente y que dejen de insultarme, necesito ser delgada si quiero conquistar a Nico.

Para la comida mi madre preparó macarrones con queso, pollo y papas fritas. ¿En serio, mamá? Definitivamente no comeré todo eso, pero se ve tan delicioso... y sabe aún mejor.

—Iré a la casa de tu tía Grace, trataré de no tardar, ¿de acuerdo?

—No soy una bebé, mamá, si quieres regresa mañana.

Puso los ojos en blanco y vi sus intenciones de querer contestarme pero no lo hizo, sabía que si lo hacia terminaríamos en una típica pelea. Tomó su bolso y tras azotar la puerta, se fue.

Terminé de comer y subí al baño. Había visto en una película hace como un mes, en la que la chica vomitaba después de haber comido todo lo que quisiera, y con eso bajó mucho de peso.
Lo había intentado desde entonces, aunque sinceramente no veía resultado alguno, sólo dolor.

Metí mi dedo índice en la garganta, casi hasta el cuello mientras me hacía "masaje" en la parte suave para provocarme el vomito. Era asqueroso y las primeras veces dolía horrible, pero entonces recordaba lo que había leído en un blog y me motivaba de alguna manera.

•Serás perfecta.
•Podrás conseguir la pareja que quieras.
•La gente volteará sólo para verte.
•La gente siempre te recordará como la chica delgada y hermosa.
•Solamente la gente delgada es hermosa.
•Te sentirás bella por dentro y por fuera.
•Entrarás en cualquier lado. Los gordos en cambio no, ni siquiera pueden ir al cine porque no entran en las butacas.
•¡La gente delgada consigue prendas en su talla y les quedan divinas!
•La gente gorda muere más rápido.
•¿Bailarina o ballena?

El liquido salía de mi boca mientras me provocaba arcadas. Estaba llorando, quería parar de vomitar pero no me era posible, me sentía impotente.

La puerta del baño se abrió de un portazo y vi a Sam aterrorizada ante aquella escena. Corrió hacia mí y me ayudó a tranquilizarme, me abrazó como no lo había hecho en años, un país de lágrimas resbalaban por su rostro y yo estaba igual, incluso peor. Me dio un vaso con agua para que me enjuagara la boca y me miraba con tanta tristeza y dolor, caminamos hasta mi habitación y nos sentamos en mi cama.

—¿Por qué, Nai? ¿Por qué mierda haces esto?— su voz sonaba quebrada como mi corazón.

—Yo... Yo sólo, sólo quiero ser bonita, y ya sé que me vas a decir que está mal que haga esto, pero no tienes ni idea de cómo me siento cada vez que salgo a la calle y la gente me grita »¡maldita gorda! ¡eres una ballena!« y después yo sólo llego a casa con ganas de llorar y dos opciones: matar a esa gente o matarme yo, sin embargo soy hasta cobarde para eso. Ya no quiero ser la gorda del grupo, la que sólo tiene amigos porque se comporta como un chico y viste como tal. Quiero ser delgada, tener novio, una vida normal... como tú, quiero ser como tú.-no pude retener más las lágrimas y me tapé el rostro con las manos mientras daba un grito ahogado—¡Estoy tan harta y tan rota pero nadie lo nota!

—¡Perdón! ¡Perdoname, amiga!—Sam se arrodilló frente a mí—Porque he sido una perra contigo y tú siempre has estado para mí, porque he puesto mis estúpidos problemas antes que los tuyos, por hacerte sentir mal. Perdoname por conducirte a hacer esto, por no ayudarte y decirte lo hermosa que eres, porque de verdad lo eres; por ser la peor amiga que puedas tener.

—No es tu culpa, Sam.

—Sí que lo es. Pero dejame decirte que eres la chica más hermosa que he conocido en mi vida, Naira, y no lo digo únicamente por ser tu amiga o para hacerte sentir bien, de verdad lo eres, por dentro y por fuera. Ser delgada es una mierda, no significa ¡NADA! Ser delgada no te hace mejor o peor, tú eres perfecta tal y como eres y sé que encontrarás a un chico que vea esas cosas maravillosas en ti, pero antes debes verte a ti misma de esa manera. No hagas caso de la gente estúpida que no entiende que decirle gorda a alguien no te hará más delgada, decirle fea a alguien no te hará más bonita y decirle tonta a alguien no te hará más lista. Y si quieres cambiar hazlo por ti y sanamente, no de esta manera y no por complacer a las personas— hizo una pausa y secó sus lágrimas. Alzó su mirada hacia el techo y volvió a hablar lentamente.—y lo sé, sé lo que sientes, porque yo pasé por lo que tú y me arrepiento de no habértelo contado antes, y te pido perdón también por esto, Nai.

Yo seguía llorando inconsolablemente, mis lágrimas caían cómo la lluvia en una tormenta, a causa de todo lo que mi amiga me acababa de decir, sin embargo lo último me sorprendió aún más.

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El vídeo en multimedia me encanta. ¡Veanlo! 👀❤