La Burbujeante Chica Gorda

Confía en mí

Amo estar de vacaciones, así puedes salir sin importar que sea lunes. Tuve que avisarle a Sam de que nos reuniríamos en casa de Jake, y quedó en pasar por mí para irnos juntas.

Sam estaba un poco molesta porque Nico la sacó del grupo, sinceramente yo estoy feliz por eso, le demuestra que no todos están locos por ella como para soportar su mal humor.

Ya eran las 9 pm, habíamos visto la película "Dulce venganza" y "El títere"
Camile estaba muerta del miedo con la segunda película, pero ella tiene a Evan para que la cuide y abrace, sin embargo yo no tengo a nadie, a excepción de Harry que estuvo acurrucado a mí toda la película.

—¿Han visto a Nicolas?— preguntó Jake algo preocupado.

—No, amigo, ese chico siempre se nos pierde. Vayamos a ver si lo encontramos.—propuso Evan.

Todos nos separamos para buscar por toda la casa, ya que es bastante grande, casi lo doble de la mía.
«Qué miserable soy»

Salí al patio trasero pero no vi a nadie, hasta que escuché que alguien me gritaba. Era Nico, se encontraba sentado en la azotea del garaje.

—Sube, Nai

—¿Qué haces aquí?—dije mientras me sentaba a su lado.

—Sólo quería estar un rato solo, mirar el cielo y pensar un poco.

—Entiendo, a veces también a mí me gusta hacer eso, más cuando estoy triste.

Nos recostamos y mientras mirábamos las estrellas que iluminaban el cielo, él soltó un suspiro muy profundo.
Sabía que no estaba bien.

—Puedes contarme, Nico, sé que no llevamos mucho de conocernos pero, si en algo sirvo es en saber escuchar a mis amigos.

Se quedó pensativo un momento y volteo a mirarme. Cuando sus ojos conectan con los mios es como si el universo se detuviera, es tan raro.

—Confía en mí.

—Confío en ti, Nai.

No dije nada, sólo le dediqué una sonrisa mientras lo seguía mirando, quería conservar este momento en mi mente para siempre.

—Estoy un poco decaído... Mis padres están divorciándose y en mi casa abundan los problemas, siempre se están peleando. Ayer mi padre golpeó a mi mamá, traté de oponerme pero, fue inútil; me empujó contra la mesa, ahora tengo un horrible dolor en la espalda y mi madre un moretón en la cara.

Tenía ganas de llorar, lo sé porque parpadeaba cada segundo y trataba de sonreír. Entonces me di cuenta que hay personas a mi alrededor que tienen problemas de verdad y siguen siendo fuertes, mientras yo me hago mierda por mi estúpido "problema" de peso y poca autoestima.

—Lo siento tanto, amigo, si necesitas algo no dudes en buscarme, puedes contar conmigo.

Colocó su mano encima de la mía- Gracias, por escucharme, Nai. Es realmente bueno poder confiar en alguien, sé que si se lo platicara a los demás también me entenderían, pero no me gusta contarle mis problemas a todos, el único con el que siempre platico sobre este tema es Jake y ahora tú.

¡Oh, Dios, creo que podría estar enamorándome de este chico!