¡Sorpresa!

4.2K 390 61
                                    

Llegamos a un pequeño restaurante, había tomado la decisión de declarle mi amor en la cena. Estaba totalmente nerviosa.

Bajó del auto y corrió a abrirme la puerta. Me pidió que me pusiera un pañuelo en los ojos, porque me tenía una sorpresa, todo era muy raro, durante el camino a penas y habíamos cruzado tres palabras. Pero los nervios se convirtieron en mariposas revoloteando en mi ser, cuando tomó mi mano.

—No me gustan las sorpresas, Nico.

—Shh, no arruines el momento, tontita.

Nos detuvimos y soltó mi mano para quitarme el pañuelo de los ojos.

»¡¡Sorpresa!!«

Habían muchas personas, de las cuales sólo reconocía a mis 5 amigos. Harry fue el primero en acercarse a mí.

—¡Mi querida, qué hermosa te ves!—sonrió y me abrazó—¡Feliz cumpleaños!

—Gracias, querido.

Traté de sonreír y parecer feliz, realmente agradecía su intención, jamás me habían hecho una fiesta sorpresa, pero hoy, hoy sólo quería estar sola con Nico.

Camile, Evan, Sam y Jake también se unieron a Harry para abrazarnos todos.

—Los amo, chicos, son los mejores pero, mi cumpleaños es hasta la próxima semana.

—Lo sabemos, Nai. Sin embargo Evan y Camile irán a la casa de sus abuelos el lunes y teníamos que celebrar todos juntos.

—Sí, bebé, no podríamos perdernos tu fiesta por nada del mundo—dijo dulcemente Camile.

Me llevaron para que abriera los regalos en una mesa mientras bebíamos algo. Me sentía feliz de tener amigos que se preocuparan por mí, que me quisieran tal cual. Mis ánimos se vinieron a bajo cuando vi a lo lejos, en la pista de baile a Nicolas con una esbelta chica rubia que llevaba un vestido rojo ajustado y corto. Muy corto.  
—¡Nai! ¡Naira!—me gritó Evan.

—Sí, ¿qué... Qué pasa?

—¿Estás bien?

—No, sí, no me hagan caso— sonreí falsamente—sólo necesito aire.

Salí a toda prisa del lugar, no quería que alguien me viera llorar. Mi corazón estaba rompiéndose al verlos besarse. No podía soportar más, sin darme cuenta ya estaba llorando, el maquillaje se escurría, ahora parecería un panda.

—Aquí estás. ¿Qué mierda? ¿Estás llorando?—Harry estaba desconcertado.

—No, sólo me están sudando los ojos.

—Estúpida, me preocupas, idiota—reímos los dos, lo amaba por eso, siempre buscaba la forma de hacerme sonreír. Todos deberían tener un Harry en su vida. —¿Qué tienes?

—Nada. Todo. No lo sé, es un desastre.

—¿Qué es un desastre?

—Mi vida.

—Pues me encanta ser parte de ese desastre.

—Estúpido, me haces llorar.

—Fue por Nico, ¿cierto? ¿él te gusta?

—No me gusta. Lo amo.—me senté en la acera y comencé a llorar más.

Harry pasó su brazo sobre mi hombro y se sentó junto a mí.

—¿Y por qué no se lo dices?

—No es tan sencillo—Lo es— me interrumpió.
—Lo dices porque tú le gustas a todas las chicas, eres guapo y divertido, eres perfecto.

—Tú eres perfecta. Lo eres para mí. Y lo puedes ser para el que no sea un imbécil. Eres divertida, bonita, una excelente amiga y estás loca. Y sé que mi amigo no es imbécil, él te quiere, te lo puedo asegurar.

—Eres increíble, Harry. Gracias por ser mi amigo, mi mejor amigo. —Le besé la mejilla y él me devolvió el beso.—Creó que ya me ganaron a Nico.

—No te pueden ganar si ni siquiera has empezado a jugar. Yo te voy a ayudar, pero harás lo que te diga sin contradecirme y pondrás de tu parte, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Ahora volvamos a la fiesta.

Caminamos tomados de la mano y riéndonos. El resto de la noche fue espectacular. 

Como me han pedido que actualice rápido y hoy he estado relax, aquí les dejó otro capítulo. ¡Disfrutenlo!


La Burbujeante Chica Gorda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora