Hola. (KaiSoo)

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Hello.

Jongin habla inglés justo ahora, las palabras rubias escapan de sus labios y llegan a los oídos de Kyungsoo deleitando a su cerebro y absorbiendo el bello idioma hasta el fondo de sus entrañas donde estas comienzan a bailar. 

Se siente bien. Es una mezcla de sensaciones y sabores, culturas y etnias dentro de sí. 

Ahora mismo es un nativo, la tribu está celebrando con la luna más grande que nunca y con un cielo de fondo oscuro como el pelaje del lobo. 

De pronto el lobo lo llama y entre seductoras palabras lo conduce a un profundo rincón de la fogata, los nativos dejan de danzar e intentan detenerlo pero nada sirve, el fuego le ha abierto sus puertas y él no piensa decir que no. Dentro de las llamas el lobo se transforma aún más imponente y grande, humano. Un cazador. Los papeles se invierten.

Se acerca a Kyungsoo y lo toma de las caderas clavando sus afiladas uñas en el proceso, lo hace sangrar. Él gime dentro del húmedo beso.

Los nativos cocinan al lobo y al humano en su danza, comen hasta reventar y se convierten en polvo.

Konichiwa.

Jongin en Japón es tan exótico y exquisito, las palabras afiladas se clavan en el corazón de Kyungsoo.

Hay demasiados colores y diversión por todos lados, libertad y locura.

Sus ropas tan originales son un vistazo a su alma, la cual sería el vestuario más costoso si pudiera materializarse. 

Oh, sorpresa. Si puede.

Jongin en japonés libera el alma de Kyungsoo, la hace flotar en nubes verdes y se encuentra con ella en el mar donde los peces Koi terminan amándolos y amándose.

Entre burbujas y peces masajea el cuerpo de su amado, tocando en los rincones más ocultos. 

Cada gemido, beso, fluido o extremidad termina siendo creada en una nueva moda. Es tan original que todos quedan sorprendidos, parece que tiene personalidad propia. Preguntan al diseñador y él sólo responde que fue creada por y para su amado.

Su amado llora al ser usado en esa forma, ni los peces pueden consolarlo ahora.

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Bonjour.

Jongin sabe a crepe dulce de mermelada y queso pero no es suficiente, es demasiado cómodo y tibio.

Necesitan emoción, piensan.

Suben trecientos metros y encuentran su felicidad mientras tienen sexo extremo. El peligro de caer es alto pero no les podría importar menos.

El movimiento de caderas de Jongin es violento, golpea con fuerza entre los glúteos de Kyungsoo hasta que este siente dolor. 

Los turistas se alejan con fobia, llaman a dios y él sólo responde levantando el pulgar y ajustando sus lentes. Sonríe y permite que el acto continúe, reventando los ojos de los presentes.

El piso ahora es rojo al igual que la entrada de Kyungsoo, todo combina tan bien que lo hace etéreo.

Después de todo sí es la ciudad del amor. 

  ▽  

Hola.

Jongin es bravo, tanto o un poco más que su toro.

Las corridas son picantes, ¡olé! 

El arte no está en la sangre derramada del animal, claro que no. El arte está en lo bien que se siente Kyungsoo al ver ondear la capa roja.

Polvo brillante (EXO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora