Finjo dormir y siento como se acomoda entre las sábanas blancas, quiero verle pero no soy capaz. Mientras escala mis piernas descubiertas pienso cómo es que nunca le he mirado, desde que era un niño me ha acompañado, está aquí, estuvo aquí, no se irá.
Me pregunto qué es, cuáles son tus intenciones y el por qué de su seguimiento a mi vida. Sé que es algo no antes visto, sé que deja polvos azules diminutos en mis sábanas al despertar, sé que sabe quién soy.
Se ha acomodado en mi ombligo como bebé en brazos, ¿qué hace ahí? ¿por qué le gusta? Es feo, no lo entiendo.
Me muevo para poder acomodarme mejor en mi cama y de pronto el peso sobre mí se ha ido. Quedo en silencio intentando captar cualquier sonido, casi sin respirar, pero no lo logro. Creo que me ha dejado por esta noche.
Duermo y sueño con un espacio negro, donde a lo lejos entre la oscuridad puedo ver una luz violeta que ilumina un circulo de hongos grandes con formas extrañas y colores brillantes que está frente a un árbol inmenso. Intento ver más arriba de la iluminación intentando descubrir hasta donde se estiran sus ramas pero no puedo, la oscuridad que hay aquí es la más densa que he presenciado. Estoy lejos de aquella luz pero quiero llegar, me está llamando, puedo sentir los morados hablándome. Extiendo mis blancas manos frente a mi cuerpo para poder caminar sin topar con algo que pueda estorbar en el camino pero cuando mis ojos conectan con estas veo que aquel tan conocido polvo azul que todas las mañanas se encuentra en mi cama resplandece como nunca antes entre mis dedos, uñas e incluso se adhiere a mi palma, ¡ah, dulce vida, que color tan precioso! Ilumina mejor que una vela, de eso estoy seguro.
Camino siendo cuidadoso intentando averiguar en que tipo de lugar estoy pero de pronto choco contra lo que parece ser una rama y tropiezo en el camino con piedras, estoy en un bosque, y por primera vez me alegra no poder ver más allá de mis manos, pues los susurros que me rodean no provienen de la naturaleza, y yo no estoy dispuesto a conocer a los creadores de aquellas voces inhumanas que me espían entre los arbustos.
Ando tras el bosque con miedo recorriendo mi cuerpo, rogando porque ninguno se acerque a mí por lo que parecen ser horas, el tiempo pasa demasiado lento pero por fin he llegado.
Al llegar me posiciono frente al círculo de hongos y me pongo en cuclillas para poder recoger uno de ellos que resplandece en dorado, justo cuando mi mano está en su tallo siento un ligero golpe en mi hombro, inmediatamente lo suelto y coloco mi vista en aquella zapatilla vieja color carmín que ahora descansa en el suelo justo a un lado mío. Suponiendo que ha caído desde lo alto del frondoso árbol giro mi vista hacia arriba intentando ver qué lo ocasionó, no pasa mucho tiempo hasta que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y con ello de pronto pude ver la silueta de una mujer putrefacta colgada.
¡Oh, madre! ¿Qué haces ahí arriba? Lo recuerdo, lo recuerdo, esa es la corbata de papá, sé que tú no la sabías atar antes de que él dejara la casa, se enojó, mamá, mami, se enojó. ¡No! ¿Qué hace? ¡Está muy ajustada al rededor de tu cuello! Te has vuelto tan morada que tu luz me ha llamado.
Despierto al sentir cálido y mojado en mi entrepierna, de nuevo me he orinado.
No me importa mucho la sensación y el olor no es muy fuerte, así que tomo mi celular negro que se encuentra a un lado de mi cama sobre el escritorio, paso mi dedo a través de la pantalla y se desbloquea dejando brillantina azul sobre el, no me sorprende, anoche incluso mis uñas estaban cubiertas de los polvos.
Son las tres de la tarde, he dormido mucho.
Después de revisar mis redes sociales bloqueo mi celular y decido levantarme al escuchar mi estómago rugir. Al pararme coloco mis pantuflas blancas en mis fríos pies, retiro con cuidado mi ropa interior y también las sábanas sucias, son un desastre, brillan y están totalmente empapadas con un color amarillo intenso.
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Polvo brillante (EXO).
FanfictionHistorias cortas, one-shots o drabbles de EXO, contenido homosexual.