Juntos por siempre. (KaiSoo)

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Kyungsoo se encuentra en la cafetería de su colegio junto a su amigo Luhan, los dos pidieron a la encargada dos helados, uno sabor mora y el otro chocolate.

A Kyungsoo no le gusta el chocolate, no sabe porque lo pidió.

Otro día del mismo mes, se encuentra emocionado por una función de ballet que habrá en el centro de la ciudad en pocos días.

A Kyungsoo no le interesaba el ballet, no sabe porque gastó tanto dinero por un boleto.

Los días pasan y el día de la presentación llegó, sus adentros se sienten demasiado emocionados y por primera vez no se cuestiona que pasa con él, sólo disfruta la sensación cálida y saborea la excitación que no había sentido en mucho tiempo. Se siente como un niño probando nuevas cosas.

Al estar en su lugar dentro del recinto viendo como la gente sobre el escenario danza, él recuerda un nombre, Jongin.

Los bailarines empiezan a brincar con furia, se vuelven locos, y se atacan unos a otros con elegantes movimientos, la música empieza a aumentar su volumen, las luces se vuelven parpadeantes, cambian de colores, van desde el rojo hasta el morado y Kyungsoo se empieza a desesperar. El sabor del vómito en su garganta pronto cae a sus pies y la gente a su lado grita, grita, y gritan más fuerte. Los bailarines brincan desde el escenario y danzan sobre los pies de Kyungsoo, manchando sus zapatillas del sucio fluido.

Desde dentro de si lo escucha, está riendo. Lo intenta callar pero pronto empieza a querer salir, toc toc, toc toc, toc toc.

-Kyungsoo despierta, llegarás tarde al colegio -dice su madre mientras golpea su puerta.

Despierta sudando y con los ojos llorosos, con cuidado levanta su cabeza hacia el reloj y es raro, piensa, no sabía que existían las 25:66.

La hora de entrada es a las 7:00 a.m. ¿qué es esto?

Maldice a su madre por no dejarlo dormir más, ya es demasiado tarde, no va a llegar.

No va a llegar, no va a llegar, nunca llegó, maldito Jongin, lo dejó solo durante un día lluvioso.

Los recuerdos lo golpean y las lágrimas empiezan a caer, son tan pesadas y grandes que pronto forman una cadena desde sus ojos al suelo y lo tiran de la cama, viéndolo tan indefenso empiezan a subir a su pecho y son pesadas, asfixian, duelen. Kyungsoo intenta retirarlas pero estás insisten, las agarra con sus manos y las jala de su pecho pero estas permanecen magnetizadas a dentro de él mismo, es Jongin, las está llamando para que se queden, ellas sí se quedan.

¡Oh no! Son las 26:00. Llegará tarde, va a llegar tarde, no va a llegar. Jongin corre sin prestar atención y la lluvia nubla su vista, un auto pasa, es rápido, sus huesos se quiebran de una manera veloz. Él llega a Kyungsoo a tiempo pero su novio no lo ve, piensa que lo defraudó pero no es así.

Kyungsoo, estoy dentro de ti, mírame.

Pero nunca responde.

Pasan los días y su novio está tan vacío que él encuentra el pasillo a su cerebro sin complicaciones, ahí modifica algunas cosas y ¡ta-da!. Helado de chocolate.

Kyungsoo por fin quitó las lágrimas sobre él, se para del suelo y camina hasta su espejo, retira su delgada playera y su cuerpo se refleja en el objeto, ay no, han dejado moretones. Son como una galaxia de dolor.

Los aprecia por un momento y después los presiona, su piel ya es débil ahí, tal vez pueda llegar. Presiona con más fuerza, presiona, presiona y por fin está dentro, con su dedo examina el lugar y duele pero siente que debe seguir así que lo hace, hunde su dedo hasta el nudillo. El tiempo pasa y él llega a tocar su corazón, da suaves golpesitos al compás de los latidos y pronto una puerta se abre.

Jongin no se esperaba aquella visita, los toquidos eran demasiado molestos y por eso decidió atender pero nunca imaginó que sería Kyungsoo. Su Kyungsoo.

Brinca de la alegría de que por fin lo ha encontrado y pronto su cuerpo comienza a expandirse, desde que el carro lo golpeó y destruyó sus huesos no había podido medir 1.80, pero ahí está, creciendo en los adentros de Kyungsoo y dañando el cuerpo de su novio. Intenta parar pero no puede, el desarrollo es demasiado rápido y no sabe como detenerlo.

A Kyungsoo le duele la parte superior del cráneo, ahí donde Jongin quiere sacar su cabeza.

Su madre escucha el alboroto y corre a la habitación donde encuentra a su hijo rascándose la cabeza con furia, sabía que no estaba bien y aún así confió, confió como Kyungsoo en Jongin pero ahora no más, el doctor no va a esperar, él si va a llegar.

¡Pero no es un doctor, mamá!

¡Es el hombre del carro, es el asesino!

Nunca pudo decirlo.

Bam, la cabeza explotó cuando la bala hizo impacto.

Polvo brillante (EXO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora