Capítulo 18

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Leslie.

Las cosas estaban jodidamente mal.

¿La razón?

Había perdido a Travis y a Thomas, literalmente.

¿Cómo paso?

Pues digamos que tuve un "problema de chicas". Me había bajado justo cuando estábamos en plena carretera. Suerte que había una gasolinera "disponible", por que si no estuviera nadando en el mar rojo justo ahora. Lo malo fue que cuando salí del baño ni Travis ni Thomas estaban donde los deje. Ambos se habían quedando jugando con unos peluches polvorientos de Bob esponja. Sí, y luego decían que yo era la inmadura.

Conclusión: Sola, en una gasolinera, a mitad de la noche.

Tenía a los mejores hermanos del mundo, nótese el sarcasmo.

No sabía que hacer, mi celular no tenía señal, así que no podía llamar a ninguno de ese par de idiotas y darles las gracias por haberme dejado en un punto muerto.

Un señor de avanzada edad era el dueño de la gasolinera, se llamaba Bob, era muy amable conmigo. Hasta me defendió de unos chicos que intentaron propasarse, pero lo principal fue que dejó que me quedara ahí, recuerdo que me iba a poner de rodillas y suplicar pero el señor me dijo que no hacia falta, que tenía lo más parecido a un colchón en un pequeño cuarto de limpieza, aunque por mí hubiera dormido en el suelo.

¿Cuánto tiempo llevó aquí?

5 días.

En ese tiempo había visto todo tipo de personas entrar a la gasolinera buscando... gasolina. 

No, ¿en serio? Vaya que sí eres estúpida Less.

Cómo sea había visto desde nerds dirigiéndose a una convención de comics, hasta tipos extraños esparciendo la palabra sobre su señor, Lucifer.

Pero ninguno fue Travis o Thomas.

Me había quedado con la esperanza que alguno de ellos apareciera por esas puertas y exclamara con voz impotente "No temáis más buenos hombres, he aquí... ¡Su salvador! Pero primero... ¡Exijo saber dónde tenéis a mí hermana!"

Sí, leía muchos libros.

- ¡Less! ¡Less! - llamó la pequeña Zoe, la nieta de Bob, era una niña sumamente hermosa, sus ojos estaban tan llenos de vida que contagiaba a cualquiera su ánimo.

- Hey, Zoe, ¿qué tienes ahí? - pregunté apartando mis ojos del libro que tenía en las manos. Había descubierto algunos libros tirados detrás del mostrador, y como presentía que me iba a quedar más de lo que me propuse... Decidí matar el tiempo leyéndolos, y ya me había terminado varios, ahora estaba leyendo uno que se llamaba "Orgullo y Prejuicio"

- ¡Mira! ¡Son estrellas! - exclamó ella mostrándome un pedazo de papel azul oscuro con puntos blancos difuminados en el. Solté una pequeña risa, a Zoe le encantaba dibujar las estrellas, incluso las dos habíamos salido a verlas por la noche, y para mi sorpresa ella se sabía la mayoría de las constelaciones, era una niña muy inteligente.

- Es hermoso Zoe, dibujas fantástico. - y no mentía, esa niña no sería la siguiente Picasso, pero tenía un futuro como pintora.

- ¿Leslie? - llamó Bob desde el mostrador, me levante desde mi pequeño rincón que estaba... En un rincón. Sí, muy obvió, lo sé. Pero ese pequeño rincón tenía lo suficiente para sobrevivir; un intento de colchón muy incómodo, una pequeña botella de agua que rellenaba de vez en cuando, y varias bolsas de frituras.

Bob me insistió que tomara lo que quisiera de lo que vendía, pero él ya estaba haciendo suficiente con dejarme dormir en ese pequeño rincón. No podía abusar de las ventajas que me daba.

Angelo FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora