Capítulo 37

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Normalmente cuando regresó de mis sesiones de 'meditación' que consistía en pasar toda la tarde bajo un roble, me encuentro con Thomas y Leslie apuntó de destrozar la sala.

Una vez me encontré a Leslie envuelta en mantas, haciéndola parecer un burrito, un burrito gigante y rubio.

No tenía ni idea de como habían llegado a eso, pero definitivamente eso no se comparaba a lo que mis ojos veían en esté momento.

- ¿De qué me perdí? - como normalmente pasaba, nadie me hizo caso. En lugar de eso Thomas lanzó un pastelillo que terminó adornando el ya muy adornado rostro de su gemelo. Tonny lo miró furioso, y tras agarrar dos pastelillos más de la bandeja que convenientemente estaba a su lado, salió corriendo desde la barra hacía Thomas, él empezó a correr escaleras arriba para que Tonny no lo alcanzará.

- De mucho. - no note de donde salió Leslie, pero tenía una sartén en cada mano. No sé lo que me causó mas gracia, que ahora mismo parecía haber tenido una pelea con algún pastelero, o su pijama de hora de aventura.

- Yo... tengo miedo de preguntar. - Ella rió mientras quitaba un pedazo de pastelillo que se había colado por su camisón.

- Culpa a Thomas, nosotros queríamos hacer un gran pastel de chocolate con muchos pastelillos glaseados de fresa, pero el estúpido se olvidó de ponerle la levadura y huevos a la masa y los estropeó. Ya sabes lo personal que se toma Tonny cuando nos metemos con su cocina, así que después de unos insultos empezaron a hacer su propia sesión de paintball con los pastelillos. ¿Adivinas quién fue la primera víctima? Exacto, yo.

En otra ocasión me hubiera reído hasta hacer a mi vejiga explotar, pero en ésta tuve que contenerme ya que el ceño fruncido de Less me decía que si una sola carcajada salía de mi boca, sería capaz de lanzarme uno de los sartenes.

- Eso no explica porque no tenían la camiseta puesta. - tuve que morderme la lengua para no reírme cuando mi hermana casi se resbala con una envoltura de cupcake por tratar de llegar hasta donde estaba.

- Hombres, no pueden evitar esparcir testosterona. -se encogió de hombros restándole importancia, y me miró con una sonrisa maliciosa, lo cual me dio un escalofrío. Ella lucía casi igual a un payaso -. Dime, ¿el acompañante misterioso de tus 'escapadas' te dijo algo que valga la pena escuchar?

Si supieras...

- Tal vez. - Leslie se cruzó brazos, esperando más información -. Él quiere que le respondas las llamadas.

- ¿Qué...? - al principio su ceño fruncido habló por ella misma, pero mi hermana por más terca e infantil que pueda parecer aveces, no era estúpida. No la mayoría de las veces -. ¿Tú...? No, no Ly no... ¡Mierda Lyanna!

- ¡CÚBRANSE! - Tonny bajo corriendo las escaleras de dos en dos, tras él venía Thomas con una almohada totalmente manchada de glaseado de fresa.

La sala estaba hecha un desastre; había pedazos de pastel esparcidos por los sofás, sin mencionar los pastelillos destrozados que adornaban el suelo haciéndolo parecer como si dos payasos se hubieran enfrentado hasta que a alguno se le hubieran acabado las municiones. Todo estaba hecho un desastre, así que tenía que hacer algo si quería que la sala sobreviviera a los dos tipos que en éste momento se enfrentaban como si estuvieran en una especie de pelea a muerte, sólo que en vez de lanzarse balas con alguna pistola, se dedicaban a lanzarse pastelillos.

- ¡Ly! - me volví hacía mi hermana esperando encontrarme con su ceño fruncido; sin embargo ella sonreía, como si fuera su cumpleaños. Confundida, le devolví una mirada vacilante. Ella estaba muy... contenta. Tal vez se debía a que sabía que luego de todo esto nosotros no limpiaríamos nada y dejaríamos a la conciencia de Thomas a cargo. Pero descarté esa suposición al verla sostener un gran pedazo de lo que hubiera sido un delicioso pastel.

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