Capítulo 19

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Leslie

Lo primero que sentí al abrir los ojos fue una gran punzada en el pecho. Trate de ignorarla pero fue casi imposible, así como el terrible dolor de cabeza, ¿qué había pasado? Fruncí los labios y volví a cerrar mis ojos con fuerza en un inútil intento para que el dolor se alejara.

- Tengo hambre...

- Comiste hace media hora, incluso te acabaste la comida que le dejaron a Less.

- Tengo más hambre.

Intente volver a abrir los ojos al escuchar esas voces discutir. Pero algo me lo impidió, no sé si fue el dolor de cabeza, o el cansancio que sentía. Tal vez fueron ambos.

- Me cansé de tener que escuchar tu voz.

Algo en mi cerebro reaccionó al reconocer sus inconfundibles voces, eso significaba... ¿Estába con ellos? ¿Dónde estaba?

- Adoras mi voz, admítelo Trav.

- Desearía que fueras mudó.

- Extraño a Tonny.

- Extrañarás tu voz si no te callas.

- Tonny sí entendía mis chistes.

- Ya cállate.

- Amargado.

Sí, definitivamente eran ellos. Hice una mueca de dolor al sentir una punzada en mi cabeza pero conseguí abrir mis ojos, al menos un poco, pero lo suficiente como para apreciar dónde me encontraba.

Era lo más parecido a una habitación, aunque su aspecto parecía el de una alcantarilla. Habían tres columnas muy gruesas a mí alrededor, las paredes estaban cubiertas por suciedad y en algunas zonas incluso estaban destruidas. Sin mencionar que lo primero que hice fue soltar una maldición por el horrible olor que llego a mis fosas nasales. 

- Less...

Me volví hacia una de las columnas lentamente encontrándome con unos ojos azules que tanto conocía.

- ¿Trav? - mi voz era muy rasposa para mi gusto.

- Claro, siempre lo ven a él primero - bufo Thomas, aunque tenía una pequeña sonrisa en su rostro cuando me volví hacía él.

Thomas estaba sentado al pie de una de las tres columnas que había en la habitación, sus manos se mantenían atrás por lo que supuse que estaban amarradas. Se le notaba algo cansado, pero me miraba de la misma forma que lo hacia cada vez que ganaba un juego contra Tonny.

- Cállate. - Travis se encontraba en otra columna en la misma situación, pero con la diferencia de que él tenía los pies amarrados entre sí con una soga muy gruesa.

-Ambos, cállense... - murmuré luchando contra el dolor de cabeza. Fue ahí que note que también estaba atada de manos contra una columna. Luche contra la soga unos momentos pero luego simplemente me rendí, si Travis o Thomas no habían podido deshacerse de la soga... ¿Cómo yo podría hacerlo?

- ¿Éstas bien?

- Fantástica - respondí con evidente sarcasmo mientras examinaba a mi alrededor una vez más. Del techo colgaban algunas sogas, la diferencia era que estas estaban cubiertas de sangre casi seca.

De venia el olor. 

- Santa mierda... - murmuró Thomas siguiendo mi mirada. Travis también miró hacia el techo, pero él sólo llegó a apretar los labios y mirar a otra parte.

- ¿Qué sucedió con ustedes? ¿Cómo terminaron aquí? - intenté cambiar de tema para evitar pensar quién podría ser el dueño de esa sangre.

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