Capítulo 20

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El humo cubría gran parte de la zona haciendo difícil poder respirar, aún con la falta de aire en mis pulmones era muy consciente del caos a mí alrededor; las madres llamando a sus pequeños a gritos, los chillidos de niños inocentes, los cuerpos de cientos de personas al lado de la rivera...

- ¡Ly!

Abrí los ojos de golpe y me senté en la cama con la respiración entrecortada, aún podía ver la sangre.

- ¿Qué...?

- Tranquila, tranquila... - Tonny paso un brazo por mis hombros y me atrajo hacia él. Cerré los ojos con fuerza para intentar alejar las imágenes que se volvían a repetir en mi cabeza.

- ¿Grite?

- Más de tres veces, todo un récord. - el pecho de mi hermano bajo y subió un poco como si se estuviera riendo. Aunque notaba que lo hacia para evitar la tensión, él sabía la causa de mis pesadillas.

- Perdón por despertarte. - Hice una mueca y me separe de él. Tonny hizo una seña con su mano como si no importara.

- Esta bien, ya me estoy acostumbrando a esto.

Le regale una mínima sonrisa y me deje caer sobre mi colchón, Tonny hizo lo mismo y miró al techo. Durante unos preciosos diez minutos ninguno de los dos dijo nada, cada uno parecía estar sumido en sus propios pensamientos.

- ¿Crees qué alguna vez deje de tener esas pesadillas? - pregunté con la vista fija en un punto en el techo. Sentí a Tonny removerse incómodo a mi lado.

- Bueno... - empezó - supongo que eso depende del tipo de pesadilla que tengas... - término no muy seguro de sus palabras.

Ahí tuve mi respuesta: Las pesadillas jamás terminarían.

Desde hace un buen tiempo es que tengo pesadillas con respecto a lo que pasó años atrás, al principio pensé que se irían a medida que crecía, pero en lugar de eso fueron aumentando. Hace unos meses gracias a una psicóloga descubrí que podía evitar las pesadillas si seguía un proceso, al final el 'Pequeño proyecto de volver a dormir' como a mí me gustaba llamarlo, dio resultado y las pesadillas desaparecieron por un tiempo, pero hace unos días volvieron a atacar, justo cuando estaba más sensible.

- De las peores. - fue mi única respuesta. Tonny se quedó callado unos momentos como si no supiera que decir, luego se aclaró la garganta.

- ¿Tus pesadillas tratan de...? - se calló al ver mi cara. Era un tema del que no quería hablar. Tener que recordar ese día sólo empeoraba las cosas, aún así sabía que algún día tenía que hablar de eso con alguien pero no sería ahora. - I-iré por un poco de agua, ya vuelvo. - se levantó de la cama y camino torpemente hacia la puerta de mi habitación.

Solté el aire que había estado conteniendo y miré al alrededor, las cortinas permanecían bajas haciendo que mi cuarto quede en casi completa oscuridad, así que no podía ver mucho, sólo la leve silueta de mi armario.

- Tienes que parar con esto. - me dije a mí misma. No podía seguir así todas las noches, no podía obligar a mi hermano a desvelarse conmigo.

Era la madrugada del décimo día, sentía que si pasaban unos minutos más mi paciencia terminaría y entonces explotaría. Ayer fue una de las peores noches, en lugar de los usuales rostros de desconocidos agonizando, estaban los rostros de mis hermanos. Los cuatro estaban tendidos a mi alrededor cubiertos de sangre. No lo soporté, fue mucho, aún no lo superó del todo, por eso le pido a Tonny que me acompañe, necesito saber que al menos uno está conmigo. Necesito convencerme que las imágenes en mi cabeza son sólo causadas por mi subconsciente.

Angelo FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora