Alguien me toca el hombro con un dedo. Al abrir mis ojos vi a Nick con una sonrisa.
-Hoy es viernes-. Dijo él.
-Por fin. Podré dormir-. Me arrope hasta la cabeza.
-Hoy en la tarde saldremos.
-¡No!-. Me quejé. El comenzó a quitar mi cobija lentamente.
-Quejona. Paso por ti a la hora de salida-. Besó la punta de mi nariz.- Ahora levantate-. Dijo antes de dejarme sola. Como todos los días, hice la misma fastidiosa rutina.
Bajé a desayunar y Nick estaba ordenando unos papeles no sé de que.
-¿Me llevarás tu?-. Pregunté.
-Si quieres conduces tú en tu auto. Y yo me lo traigo para luego irte a buscar en el mismo-. Me dijo sin verme.
-Claro. Esta bien-. Sonreí.
Después de acabar acomodé todo y bajamos juntos. Nos montamos en el auto y comencé a conducir. Cuando recibí una llamada telefónica. Es de parte de Maxwell.
-Hey.
-Hola Kell...
-¿Qué pasa?-. Pregunté cambiando de canal en la vía. Nick me miró.
-¿No has llegado al instituto? Necesito un favor.
-No, aún no. Pero dime.
-Ayer le hice una broma a July y ella me quiere matar. Llegaré tarde para que tu estés y me defiendas. Si la ves... Intenta hablar con ella. Te lo pido.
-¿Qué le hiciste Max?
-Cosas... Por favor-. Rogó.
-Okay Okay... No prometo nada.
-¡Gracias!-. Lanzó un beso por el celular. Reí y colgué la llamada. Miré a Nick.
-Sabes... Me veo como gay de este lado-. Comentó. Yo me reí.
-¿Por qué lo dices?
-Los hombres conducen.
-Ahora te ves como gay diciendo eso-. Lo miré de reojo.
-Ajá... Y... ¿Se te pasó el dolor de las muñecas?
-Un poco. Menos mal... En serio me dolió sabes.
-Verte llorar me lo dijo todo-. Sonrió. Yo negué con la cabeza.
-Cuentas eso. Y prometo castrarte-. Le advertí.
-¡Hey! ¿Qué tienes con castrarme?
-Yo le haría un favor al mundo-. Sonreí de lado.
-¿Por qué? Si tu serás la madre de mis hijos-. Lo oí decir. Frené el auto de golpe.
-Cuidate esta noche por decir eso-. Lo miré seria. El se rió muy bajo y tapó a su amigo.
-¡Ouch!
Tomé otra vez mi rumbo y al llegar me bajé del auto y Nick también. Todos me miraban. Pero hoy hay mas personas ya que aún no es la hora.
-Adiós. Vengo por ti al salir-. Besó mi frente.
-Nick... Acá no. Están todos viendo-. Le dije entre dientes.
-¿Qué? Eres la chica que cuidado-. Me abrazó y revolvió mi cabello.
-Morirás-. Murmuré.
-Bye-. Besó mi mejilla algo cerca de mis labios y se montó en el auto para irse. Miré a los demás que me observan.
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Mariscal de Campo. (EN EDICIÓN)
Teen FictionAvancé un poco más, decidida a hablar con el dichoso Mariscal de campo. -¿Como me inscribo en el equipo de fútbol americano?-. Pregunté tranquila y con total seriedad. Todos rieron hasta llorar de la risa. Les alcé una ceja.- ¿Qué causó risa?.- preg...