Estacioné el auto mirando en todas las direcciones, pero hay demasiadas personas e identificar a Theo es como difícil sino sé como está, ni que tiene puesto.
Solté un suspiro para intentar dejar salir mis nervios, tomé mi cartera y bajé del auto cerrando de este.
Me miré en el reflejo del auto, y luego elevé la mirada.
Tengo puesto un short blanco alto, una camiseta rosada pastel, un abrigo de tela delicada color gris, mas largo en la parte trasera y totalmente abierto en la parte delantera dejando ver el conjunto. Mis converse blancas y un collar como decoración.
Comencé a alejarme del auto con pasos lentos, revisando el área.
Me detuvé junto a un carro que vende algodón de azúcar para no verme tan perdida y loca ante los demás.
Saqué mi celular y pensé en marcarle a Theo, pero una voz habló en frente de mi me interrumpió.
-¿Kelly?
Quedé inmóvil por microsegundos, y elevé la mirada, para encontrarme con la mirada clara de Theo, aquellos ojos que siempre tienen un brillo, aquella nariz perfilada de siempre y sus labios rosados ladeados en una sonrisa.
Enseguida reaccioné y literalmente le brinqué encima a Theo, abrazando su cuello fuertemente y él me aleja del suelo con un abrazo por la cintura.
Quiero llorar de felicidad, el perfume de Theo se apoderó de mi olfato mientras mis ojos se cierran por inercia.
-Que guapo estás-. Logré articular para alejarme con una enorme sonrisa.
Y comencé a detallarlo más. Ha cambiado muchísimo físicamente, está más alto que yo, cuando antes era al revés, su cabello está peinado hacia arriba y antes tenía el cabello siempre corto como un militar, está vestido bastante bien, la verdad que está muchísimo más guapo que antes.
-Lo sé-. Sonrió. Pero luego soltó una carcajada.-Mentira mentira. Yo no estoy nada guapo comparado contigo-. Me miró discretamente de arriba a abajo por lo que yo reí.
Lo miré a los ojos unos segundos, y volví a abrazarlo sin pedir permiso.
Él sonrió y me abrazó, luego me alejé y suspiré.
-Me tienes nerviosa-. Le comenté.
Quizás soy muy sincera.
-¿Y tu crees que yo estoy aquí de pie sin temblar de emoción y nervios?
Me reí un poco.
-Cuéntame que haz hecho estos 5 años, desde que nos cambiamos de colegio-. Comencé a caminar sin rumbo y él junto a mi.
-Uf realmente son tantas cosas, me metí en muchos problemas en la secundaria-. Rió mirando el suelo.-Pero ya me gradué, valió la pena ir a dirección un par de veces.
-Cierto que eres un año mayor que yo-. Sonreí.-Entonces eras un chico malo.
-¿Yo? Nada que ver. Fueron pequeños problemas-. Rió.-¿Y tu?
-Me han cambiado de instituto 5 veces-. Solté una pequeña risa.
-Entonces el chico malo soy yo-. Me miró y yo reí.
-No no... 3 de esas veces no fueron mi culpa he-. Elevé el dedo índice.
-¿Y que hiciste las otras dos veces para que fuera tu culpa?
-La primera vez estaba con un grupo de "amigos" y le hicimos una maldad a la directora haciéndola pasar vergüenza delante de todo el instituto, fue en tercer año de secundaria, y la última vez que me expulsaron fue hace poco en último año, porque me metí a la escuela a media noche para hacerle una venganza a los chicos de mi clase cuando me hicieron bullying delante de todos, me descubrieron y fuera del instituto-. Le expliqué.
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Mariscal de Campo. (EN EDICIÓN)
Genç KurguAvancé un poco más, decidida a hablar con el dichoso Mariscal de campo. -¿Como me inscribo en el equipo de fútbol americano?-. Pregunté tranquila y con total seriedad. Todos rieron hasta llorar de la risa. Les alcé una ceja.- ¿Qué causó risa?.- preg...