Mariscal de Campo. (EN EDICIÓN)

Capítulo 34- Usa el cerebro, por favor.

Miré el edificio delante de mi, y bajé la mirada sin observar nada en específico.

Debería de meter mi auto al estacionamiento, pero estoy tan distraída que se me olvidó por donde entro.

Si, algo exagerado a decir verdad, pero creo que el encuentro con Theo me dejó totalmente feliz y ¿pensativa?

Volví a elevar la mirada al escuchar la bocina de un auto en señal de que me moviera.

-¿SE PUEDE RELAJAR?¿TIENE QUE IR AL BAÑO O QUÉ COÑO?-. Grité con algo de estrés con mi vidrio arriba, de este modo el conductor que me toca la bocina a cada rato no logró oírme.

Comencé a poner mi auto otra vez en movimiento, se me ocurrió ir al supermercado por unas manzanas, si, sólo por eso, ¡ya no quedan!

En el camino, mi celular comenzó a sonar en un mensaje, así que lo tomé sin dejar de mirar la vía, y al detenerme en un semáforo en rojo pude leerlo rápido.

"Theo

Necesito más días como el de hoy"

Sonreí de lado y dejé el celular a un lado para volver a ponerme en marcha.

Unos minutos después estaba estacionando mi auto en el supermercado, por suerte no había nada de tráfico.

Me bajé del auto y comencé a oír silbidos de parte de alguien, entonces me giré para mirarlo a la cara.

-¿Acaso crees que soy un perro para que me estés llamando con silbidos?-. Le dije.

Abrió sus ojos con sorpresa sin saber que decir. Y yo sin esperar su tonta respuesta caminé hasta el supermercado con calma.

Un frío aire pegó en mi cuerpo al pasar la puerta, y continué mi camino tomando una cesta para escoger las pocas cosas que llevaré.

Observé cada uno de los pasillos y me metí en uno al azar.

Hasta que no muy lejos de mi estaban Nick, Ryan, Thomas y Liam, sus amigos del viejo equipo.

De todos los supermercados en New York, tenían que estar en este.

Thomas pareció reconocerme y sonrió de lado en modo de saludo, pero enseguida me di media vuelta tratando de irme para que Nick no me viera, pero ya Thomas le había dicho porque escuché la voz de Ryan primero.

-¡Kelly!-. Me llamó.

Me detuve, hice una mueca de molestia y al girarme sonreí enorme.

-¡Ryan! Tiempo sin saber de ti, y de ti, y de ti, y... de ti no quería saber-. Señalé de último a Nick.

-Que bueno-. Rodó sus ojos para comenzar a caminar dejando a sus amigos atrás.

Ellos lo vieron a él irse y luego a mi acercarme.

-¿Pasó algo entre ustedes?¿O es idea mía?-. Habló Thomas con algo de diversión.

-Nada del otro mundo, esas típicas discusiones de niñ... Nick y yo-. Corregí enseguida con una sonrisa mostrando nervios.

-Nick a estado todo el día así-. Comentó Ryan.-No habla casi, opina poco.

-¡Oops!-. Tapé mi boca mostrando mi sarcasmo en expresión.-¿Ustedes como están? Tenía muchísimo tiempo sin saber de ustedes-. Miré a Thomas y Liam.

-Y nosotros de ti-. Sonrió Liam.-¿Sigues jugando football?

-Por supuesto, no lo dejaría por nada, y menos si estoy en el equipo.

-¿¡Entraste!?-. Sonrió Thomas.

Asentí lento con cierta satisfacción.

-Me alegra muchísimo que sea así, Kelly.