-Hey, ustedes- gritó Justin tomando la atención de todo el equipo.-¿Alguno ha visto mi puto balón?- sonaba algo malhumorado.
-Honestamente no bro- respondió Ryan negando lentamente.
-Yo creo que si lo vi, es más, lo he guardado para ti- miré a Justin con una pequeña sonrisa entre mis labios. El puso su atención en mi y enseguida su ceño se frunció mientras sus manos posan a cada lado de su cintura.
-¿Que hiciste?- habló entre dientes.
-Nada del otro mundo, solo te he hecho un favor don amargado- tomé mi bolso del césped y abrí el cierre para sacar el ahora colorido balón de Justin.
Lleno de encajes, escarcha y decoraciones rosadas. Estaba completamente cubierto del color rosa con brillos y demás.
-Kelly Whitley- habló entre dientes tratando de calmarse a sí mismo, pero de cierto modo se ve super furioso, podría decir que salen humo de sus oídos en este momento.-Eres una ...
-Hey hey, con respeto- Ryan lo calló enseguida, antes de que pudiese terminar su frase.
-No, dime lo que me tienes que decir- caminé hasta él con su balón entre las manos para pararme justo a unos centímetros de su rostro, por lo que pude pegar su balón rosado contra su pecho sin quitar mi mirada de la suya.
-Eres una egoísta, una niña mimada de papi que tiene todo lo que quiere y no saber hacer otra cosa más que agotar la paciencia de todos lo que te rodean- habló claro y sin rodeos pero al mismo tiempo sin verme a los ojos.-¿Y sabes que? Has colmado mi paciencia también. Hoy mi humor está para la mierda, y tu, Kelly, llenaste la última gota que colmó el vaso. No vengas a arruinar mi puta vida- me rebató el balón de las manos.-Esto no acaba aquí Whitley- lo lanzó lo más lejos que su brazo pudo, cayendo casi del otro lado del campo, y sin más que decir me empujó con su hombrera del uniforme del equipo para comenzar a caminar en dirección al vestidor.
-Hoy se invirtieron los papeles- me miró Ryan.-Ahora él es el grosero.
-Callate- rodé los ojos para mirar a Justin nuevamente salir del campo.
Algo dentro de mi quería destruirle la cara de un golpe, pero también hay algo que me dice que a Justin le pasa algo grave. Algo muy malo.
Y honestamente no me interesa ni un poco que le pasa, pero para mi no es divertido pelear con el si es él quien me trata groseramente.
-Yo iré a hablar con él- suspiró Ryan.-Ya Nick viene en camino, para comenzar el calentamiento- nos informó antes de irse por donde Justin había salido.
Justin's POV
Mi sangre parecía lava recorriendo mis venas hasta llegar al corazón, podría decir que parezco un volcán en erupción, y que en cualquier momento mi cabeza va a estallar del dolor. Caminaba con tanta furia que podía escuchar mis pasos retumbar en el suelo. Con fuerza abrí la puerta que da entrada y salida al vestidor de los hombres, logrando que está pegara fuerte de la pared. Y sin importarme lo que pudiese pasarle a la misma seguí recto en dirección a los casilleros, donde di un último golpe con mi mano echa un puño, escuché el sonido del metal al golpearlo, y solo apoyé mi antebrazo del mismo para luego apoyar mi frente enseguida de mi brazo.
Cerré mis ojos con fuerza, y de pronto solo comencé a llorar. Una lágrima tras otra, un recuerdo seguido del otro, que abría una grieta en mi corazón dejando su marca en el mismo. De pronto solo podía oírme sollozar a mi mismo. Éramos el silencio y yo.
Hasta que sentí que alguien tocó mi hombro suavemente, y de inmediato elevé la mirada para encontrarme a Ryan detrás de mi con una mirada de pena, sin preguntar nada, ni yo decir nada, simplemente abracé a Ryan fuerte, tan fuerte que sentía que lo dejaba sin aire, pero no se molestó en decir nada. Simplemente devolvió el abrazo.
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Mariscal de Campo. (EN EDICIÓN)
Teen FictionAvancé un poco más, decidida a hablar con el dichoso Mariscal de campo. -¿Como me inscribo en el equipo de fútbol americano?-. Pregunté tranquila y con total seriedad. Todos rieron hasta llorar de la risa. Les alcé una ceja.- ¿Qué causó risa?.- preg...