Aquella fatídica tarde... 2

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Garnet corría ente la la maleza de aquella selva tupida. Con sus guantes activados se deslizaba entre los gruesos árboles del amazonas. Las lianas que colgaban reventaban ante el poderoso paso de la gema de guerra, su vista era un visaje verde con café, pero con un objetivo en mente; una gema corrupta de cuerpo semi humano con cuchillas en vez de manos y una velocidad impresionante. Algo muy poco común.

Amatista viajaba en la parte de arriba columpiándose con sus látigos, tenía a la vista al monstruo pero Garnet le había dicho que no atacara sola, y no lo haría, esa bestia había lastimado a garnet a la altura del pecho dejando una lesión en forma de corte. Pudo ser grave. Esto no iba a la ligera. Quizá regresarían por ayuda.

En Beach City-

Perla POV

Mi cabeza era una mezcla de dolor con un fuerte zumbido en mis oídos. Mi hombro derecho se sentía entumido y una rodilla no quería responder. Estaba tirada en la arena, escupiendo sangre.

Una gema corrupta me atacó por sorpresa mientras divagaba. No lograba enfocarla, era veloz pero tan grande como Jasper. A diferencia de las gemas que conocemos tiene forma humanoide definida aunque sin rostro, y un arma, una especie de palo grueso color oscuro con el cual cimbro mi cabeza, mi hombro y rodilla.
Estaba en el suelo y ese monstruo estaba acabando ese palo en mi, golpe tras golpe podía sentir como mis cuerpo se quebraba, mi pecho, mis pies y mis manos. Protegía con todo a mi gema.

Steven, voy a morir. -Steven, ¡mi Steven!

¡NO! ¡No voy a morir aquí!

Pateé con mi pierna buena e impacte en sus pies haciéndola caer. Trate de incorporarme pero mi rodilla me hizo saber que no respondería ese día. Invoqué mi arma y lance una estocada a matar al monstruo, era de carne gelatinosa y transparente con una gema en su cuello o más bien dentro de su cuello. Y con ese tamaño me esquivó, es muy veloz.
Se colocó detrás de mi, me golpeó con su arma en la espalda , volé ,caí en las aguas bajas del mar.

No podía incorporarme, mi cuerpo dolía y la paz del mar en mis oídos me invitó a desmayarme. Algo me agarró por mi traje y me levantó sacándome del agua. Era la la gema corrupta.

Escupí sangre cada que su puño impactaba en mi estómago una y otra vez. Apretó mi cuello y con su otra mano giró, rompió mi brazo derecho que de por si ya no sentía, lo estrujó, rompió los dedos de esa mano, se ensañó. Luego me aventó muchos metros hasta que caí en la arena. Me senté temblorosamente, me limpie la boca de sangre y saliva. Y vi a esa bestia saltar desde donde estaba, alto preparando su arma, apuntando a mi gema.

Al final no moriría sola. Al final moriría cuando aún mi pequeño dependía de mi. Que bueno que no está para ver esto. Que me voy en silencio. Que nadie me vio hacer crack. Y cerré los ojos.


Lo Que Desconocía De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora