Capítulo 8:Días de Sol.

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Capítulo 8.

Pov Donghae.


Estar sentado en la mesa de la cocina de Hyuk, mirándolo prepararme el desayuno, después de la que yo calificaba como la mejor noche de mi vida, me hacía sentir un remolino de emociones que se acumulaban en mi pecho, luego subían hasta mi boca y hacían estallar sonrisas alegres sin motivo alguno que no fuera respirar y estar allí. Quería gritar pero me contenía para no quedar como un loco. Mi novio estaba concentrado en lo que hacía y me daba la espalda. De repente, pusieron en la radio Troublemaker e instintivamente Hyuk comenzó a mover su cuerpo mientras las gotas de lluvia comenzaban a estrellarse contra la ventana que estaba sobre el fregadero. Entonces no pude aguantarme.

-¡HYUK! –Grité emocionado. Mi muy guapo y sexy novio soltó la sartén asustado. Se le habría caído de no ser por sus reflejos rápidos, pero poco inteligentes ya que agarró el acero caliente por la base y se quemó. Casi, casi, cometo la estupidez de reírme. Casi. En lugar de eso, corrí –cojeando- hasta la heladera, mientras escuchaba un millón de maldiciones dirigidas a cualquier ser andante de parte mi adolorido chico. Saqué un par de huevos, separé las claras y lo obligué a poner la mano allí para calmarle el dolor.

-Deja eso ahí por un buen rato y evitarás las ampollas –le expliqué cuando él comenzó a mirarme raro por mi acción, un par de lágrimas se resistían a caer de sus ojos. Le sonreí, le acaricié el rostro y luego me acerqué a darle un dulce beso en el dorso de su mano herida para luego poseer su boca.

-Todo está bien, Hyukee. Cuando volvamos a mi casa, voy a ponerte una crema que hará que no sientas dolor y cicatrices rápido ¿si?

Asintió como un niño obediente –Gracias.

-De nada, cariño. Fue mi culpa que esto pasara. Lo siento.

-¿Por qué gritaste de esa manera? –preguntó algo molesto al recordar la causa que desencadenó aquel desafortunado desenlace. Señalé hacia la ventana.

-Está lloviendo –contesté emocionado. Me miró esperando algo más.

-¿Y? –me instó a darle una razón más contundente.

-De pequeño, siempre que llovía y no podía salir a jugar, mi abuelo me entretenía en el laboratorio con mis deberes mientras mi abuela nos preparaba té y galletas. AL terminar mis tareas, me sentaba en el porche a esperar a mi padre. Cuando él llegaba, la sala de mi casa se convertía en una mini cancha de fútbol: mi padre y yo en un equipo, mi madre, Henry y Sungmin en el otro. Siempre ganábamos papá y yo.

Sonreí por las imágenes evocadas. Realmente adoraba los días de lluvia.

-Es un hermoso recuerdo, Donghae –me concedió Hyuk regalándome un dulce beso en la mejilla.

-Grité por eso y porque te quiero –le susurré muy cerca de la boca, abrazándolo por la cintura. Hyuk contuvo el aire y cerró los ojos, esperando a que lo besara y eso hice.

*****

-Renueva la crema cada dos horas –le recomendaba a Hyuk mientras esparcía con suavidad la pomada por la zona enrojecida –no va a dolerte porque tiene un anestésico, pero trata de no rozarte ni nada.

-Sí, mamá –bromeó Hyuk poniendo los ojos en blanco. Le pegué en el hombro y me reí.

-Es por tu bien. Ahora vete –levantó una ceja interrogante -¿Qué? Ya es tarde, debes ser más responsable.

-No me importa ser irresponsable cuando mi lindo novio me está mimando –dijo con una sonrisa.

-Tu lindo novio va a dejar de malcriarte ahora mismo – aseguré poniendo distancia entre nosotros, tomando la chaqueta de la silla y entregándosela –Hace frío.

Sexto Sentido (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora