Capítulo 6: Henry.

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Pov Donghae.

Los labios de Hyuk eran gruesos y carnosos, su boca, grande, cubría mis finos labios por completo llenándome del sabor levemente alcohólico que podía percibir. Su lengua contorneó mis labios, pidiendo que la dejara entrar. No se lo permití, quería jugar un poco. Lo besaba, abriendo apenas mi boca y cuando sentía que se apuraba a para entrar, la cerraba y cambiaba de posición. Bufó frustrado y yo me reí bajito, abriendo, ahora sí mis labios y permitiéndole explorar mi cavidad. Creyendo que otra vez le negaría el acceso, penetró en mi boca con fuerza y rapidez, pero cuando sintió las leves caricias que mi lengua le proporcionaba comenzó a ser más cuidadoso, presionándome más fuerte contra la pared mientras que con sus manos levantaba mi cabeza un poco para obtener un ángulo más cómodo. Yo me dejé llevar por el momento, abrazándolo por la espalda y colando mis manos por debajo de su camiseta, acariciando su espalda. Se estremeció por el contacto de mis frías manos, jadeó y entonces fui yo quien atacó su interior, haciéndole a su lengua lo que bien podía hacerle a su erección. Yo me encontraba bastante excitado y se lo hice notar restregando mi propia dureza contra su muslo.

-Vamos arriba, Donghae –pidió y yo accedí con un asentimiento. Me cargó, haciendo que envolviera mis piernas en su cintura mientras él tomaba con fuerza y seguridad mis nalgas. Volví a besarlo mientras caminábamos y chocamos contra algunos muebles, por lo que dejé su boca para concentrarme en el lóbulo de su oreja, recorriendo, besando y mordiendo cada espacio. Cada escalón que subíamos, tenía como resultado el encuentro del duro falo de Hyuk bajo sus ropas, con aquel espacio de mi intimidad que deseaba ser invadido por ese hombre. Tantos escalones fueron demasiado para mí cordura y comencé a gemir necesitado. Eso logró que Hyuk apurara un poco el paso.

-Eres demasiado caliente Donghae – me susurró al oído antes de arrojarme a la cama. Mi pierna enyesada golpeó contra suelo y dolió.

-¡Lo siento! –exclamó arrodillándose deprisa para tomarme por el yeso y ver si estaba bien. Con mi pierna sana comencé a acariciar su cadera. Él se dejó envolver, encajando entre mis piernas mientras desprendía el botón de mi pantalón para acto seguido liberar mi erección y tragarla con ganas. Me sentía infernalmente bien. Hacía años que no tenía relaciones, mis dos amantes anteriores no habían llegado a satisfacer mis necesidades del todo, por lo que había perdido un poco el apetito sexual. Yo necesitaba algo más 'largo' que lo que ellos me habían ofrecido. Había consultado al médico respecto a aquello, y por una ecografía (no de las comunes), me habían detectado que tenía 'próstata en ascendente', o sea, más arriba de lo usual; razón por la que mis antiguos y muy promedios compañeros no habían llegado a estimularla. Y yo quería más, por eso me había desilusionado un poco con el tema. Pero con Hyuk la química había explotado desde un primer momento. Con él no podía controlarme, todo lo que él hacía era estimulante para mí.

-Ah... mm... ah, Hyuk –no podía formar una frase coherente mientras Hyuk se comía casi literalmente todo mi pene. Él sabía cómo hacerlo y yo lo disfrutaba. Yo también tenía una buena técnica, pero ya se la demostraría más adelante.

-Hyuk... Hyuk... yo voy a ... -trataba de avisarle que estaba a punto de correrme, pero en vez de alejarse, apretó y succionó con más fuerza –ahhhh...!

El orgasmo me nubló los sentidos y sólo pude levantar mis caderas, profundizando más el contacto.

-Eres... -ahora era la agitación la que no me dejaba hablar –eres in...creíble, Hyuk.

Él me sonrió –Aún no viste nada.

Se levantó rápido de la cama y se quitó la ropa mientras yo sólo pude atinar a desnudarme de arriba. Cuando él dejó a mi vista su gran polla, mi boca se secó y una gran ilusión se instaló en mí. La necesidad de ser penetrado por él me embargó con fuerza y, sorprendentemente, volvía a ponerme duro.

Sexto Sentido (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora