XI.

5.3K 412 39
                                    

Quizás nunca lo notaste, pero cada vez que tomabas el autobús, yo estaba ahí.

En el último asiento.

Sólo para verte y contemplar tu belleza.

Demonios, tenía autos lujosos y muy costosos y me subía al maldito autobús sólo para verte.

Y tú nunca me notaste.

Ni siquiera cuando te sentaste a mi lado... Supongo que no me prestaste atención porque andaba todo encapuchado y vestido de negro.

Lo siento, pero nadie podía reconocerme.

Oh, Daisy...

Olías al perfume Daisy y tú te llamabas igual.

Oh, DaisyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora