LV.

3K 327 98
                                    

Cuando por fin abriste los ojos y me viste, te aterraste

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando por fin abriste los ojos y me viste, te aterraste.

Temblabas de miedo.

Simplemente estabas aterrada.

Hacía dos días que te tenía en ese sótano, pero no me habías visto y cuando lo hiciste fue como ver al diablo en persona.

No entiendo por qué te aterraba tanto verme si antes decías que era hermoso.

Querías gritar y pedir ayuda, no obstante, estabas amarrada a una cama y una cinta adhesiva cubría tu boca.

Nadie te iba a salvar.

Sólo estábamos tú y yo, mi amor.

Dos días después, seguías ahí conmigo e intentaba alimentarte, y tú te negabas.

Cada vez que intentaba acercarme, te alejabas y llorabas en silencio.

Recuerdo que un día me gritaste que era un monstruo, que nadie me iba a amar y que el día en que muriera, nadie iba a llorar por mí.

Me hiciste enfurecer.

Rompiste otra vez mi corazón.

Justo en ese instante te diste cuenta de tu grave error, pero ya era demasiado tarde... Las voces me dijeron lo que tenía que hacer.

Entonces, me acerqué y tomé un cuchillo poniéndolo en tu cuello para que no te movieras mientras me quitaba la ropa.

Y lo hice; te tomé a la fuerza.

Ignorando tus lágrimas y esa mirada triste que me dabas.

Oh, Daisy...

Estaba tan feliz de ser el primero y también... el último.

Oh, DaisyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora