Oh, Daisy

XLV.

Odiaba que los chicos te miraran.

Tú nunca te diste cuenta de cómo te miraban esos idiotas porque eras muy inocente.

Cada vez que te paseabas por un lugar, las miradas caían sobre ti.

Eras tan jodidamente hermosa que ni tú misma sabías lo que provocabas.

Para mí eras la chica más hermosa de la ciudad.

Y te amaba.

Así como amaba a la lluvia.

Te amaba con intensidad, pasión, furor.

Con locura.

Mi amor fue real.

Todo fue real.

Mis sentimientos fueron reales.

Espero que nunca hayas dudado de mi amor.

Porque cariño, siempre fue sincero y puro.

Oh, Daisy...

No era tan puro, debo decir, pero era sincero.