Esta tarde mi madre decidió llevarnos, a mis hermanos y a mí, a dar un paseo por el "Parque Central Loscau" de la ciudad. Por supuesto que no estaba de acuerdo en ir con ellos, pero mi madre no me permitió quedarme y no tenía otra opción.
Subí a mi habitación para vestirme con algo más decente, ya que no estaba bien vestida para salir, aunque sea para ir al parque. Tomé unos jeans azules, una camiseta blanca cómoda y mis convers. Era más una chica de pantalones y camisas, que de vestidos y faldas, por esa razón en ocasiones recibía burlas por mi forma de vestir, pero a pesar de ello, me vestía como yo quisiera.
Bajé las escaleras y ya todos se encontraban en la sala y al decir todos me refería a mis dos hermanos y por supuesto mi madre.
Walter, mi hermano mayor de diecinueve años, se encontraba sentado en el sofá al lado de mi hermana Lily de catorce años, mientras que mi progenitora buscaba las llaves de la casa en su cartera, pero a la que no veía era a mi hermana Alba, ella solo era un año mayor que yo.
—¿Dónde está Alba? —pregunté mirando a todos lados esperando encontrarla.
—Aún se esta vistiendo —respondió Lily sin mirarme, porque toda su atención estaba en su nuevo iPhone.
No puedo creer que le hayan comprado uno a ella y no a mí. ¿Por qué los hermanos menores siempre tienen que ser los preferidos?
—¿Pero que tanto hace?, además solo iremos al parque, no entiendo por qué se arregla tanto —dije molesta, dejándome caer en el sofá donde estaban Walter y Lily.
Sabía que cuando se trataba de Alba y ropa, era una eternidad para que se decidiera por cual conjunto escoger. Era una tortura.
—Tú sabes como es Alba, querida —respondió mi madre, Miriam, para que me tranquilizara un poco.
—Lo sé, siempre trata de estar presentable para la ocasión y en especial hoy cuando solo iremos a un estúpido parque, al que no quiero ir —espeté bufando.
No odiaba a Alba, solo que en algunas ocasiones me estresaba y era un dolor de cabeza, pero la quería, era mi hermana y no podía odiarla aunque lo intentara.
—Pero irás porque yo digo, no es bueno que solo pases encerrada en tu habitación haciendo nada, salir un poco de vez en cuando no hace mal, me preocupas Carlin.
Y de nuevo el mismo discurso de mi madre para hacer que entre en razón.
—Y cuida tus palabras querida, no me gusta que hables de esa manera, además quiero que te diviertas hoy y no estés con esa actitud, vamos sonríe al menos —hice el intento de sonreír, en verdad lo intenté, pero lo que conseguí fue hacer una mueca.
—¡Ya estoy lista! ahora andando —anunció Alba llegando a la sala y los cuatro dirigimos la mirada hacia ella y como les decía, Alba siempre estaba presentable para la ocasión.
—¡Al fin! —dijo Lily levantándose del sofá para dirigirse a la salida.
Me levanté para ir al auto y los demás me siguieron. En el recorrido en auto, cada uno iba en lo suyo, Lily con su celular, Walter cambiándole a la radio para buscar una emisora o estación que le gustara; Alba iba hablando por teléfono con sus amigas, mientras que mi madre conducía con la vista al frente, quejándose de la viejas carreteras que deberían mejorar, pero ninguno de nosotros decía nada al respecto a lo que ella estaba diciendo, solo nos limitabamos a asentir.
Iba sentada al lado de la ventana recostando mi cabeza en el vidrio de la ventana, observé los locales, los edificios enormes y hermosos, a parejas tomadas de la mano, las cuales sonreían por una razón la cual desconocía, hablaban y se miraban con ternura, eso me hizo pensar en las parejas enamoradas que se quieren y se aman, en lo que se sentiría tener a ese alguien especial a tu lado. Pensar en como se sentiría estar enamorada, pero yo no tenía tiempo para esas cosas.
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Carlin
Teen FictionCarlina Jos... Es decir, Carlin Josten. Una adolescente de dieciséis años, quién disfruta gastar su tiempo libre en compañía de tres cosas importantes para ella: La computadora, el celular y el Internet. Como cualquier adolescente del siglo veintiun...