—Psss Carlin.
Escuché que susurraban desde atrás, no le presté mucha atención, preferí seguir copiando lo que la profesora anotaba en la pizarra.
—Psss Carlin. Se que me oyes, voltea.
Dejé mi lapicero en la mesa y me giré para verlo, sabía perfectamente de quién se trataba.
—¿Qué pasa? —susurré tratando de que la maestra no me reprendiera después.
Dave me sonreía, por el contrario, Augustus y Sebastián me miraban sin entender.
—Esto. —llevó su mano a la comisura de sus labios y me lanzó un beso.
Sebastián le dio un zap en la cabeza, rodé los ojos divertida y me giré para seguir con la clase.
No sé que ocurría con Dave, lo he rechazado amablemente muchas veces y no se rinde. Cuando alguien te rechaza lo común sería sufrir, deprimirte, y luego buscar a otra persona. He pensado que lo hace por molestar, pero que sé yo.
—Psss Carlin. —me llamó de nuevo.
—¡Suficiente! —La maestra Crisweth se giró mostrando lo enojada que estaba—. Al parecer alguien no puede evitar controlar sus hormonas, y decide que mi clase es el mejor momento para llamar la atención de la señorita Josten ¿No es así Carlina? —Se dirigió a mi.
No sabía que debía decir o hacer. Todos me miraban, esperando mi respuesta. Genial, en mi primer día de clases. Oigan no era a mi a la que tenían que dirigirse.
Sólo asentí lentamente.
No estaba culpando o delatando a Dave, sólo afirmé lo que la maestra suponía. No quería meter a nadie en problemas, ni que me involucraran.
—De acuerdo. Si no me equivoco los murmullos provenían de la parte de atrás. Bien, veamos. —observó a todos los chicos de los asientos del fondo y se detuvo en la mesa de Dave. Oh, lo siento mucho por ti—. Creo que no le bastó con llegar tarde señor Palensky.
¿Ah? Pero...
—Le pido que no vuelva a interrumpirme si no desea visitar a la directora en su primer día. —continuó. En estos momentos Sebastián debe estar muy confundido y enojado a la vez. Por otra parte, creo que no dijo nada para cubrir a su amigo y evitar una discusión con la profesora, la cual ganaría ella—. Ahora bien, haremos una dinámica, quiero que se levanten de sus lugares, hablen y practiquen el italiano con sus compañeros. Dije ahora, vamos levantense.
Todos se pusieron de pie y se movieron a otros lugares. No era que la maestra Crisweth asustara, sólo que a veces era un poco estricta.
Me moví de mi mesa para empezar a hablar con una chica nueva, su nombre era Hannah y por lo que pude entender me dijo que era alérgica a las motos y le gustaba andar en piñas.
Si, la chica era mala en el idioma, pero hacía el intento.
Alguien tocó mi hombro y giré encontrándome con el rostro de Dave.
—I tuoi occhi...sono...brutto. (Tus ojos...son...feos.) —trató de decir con una mala pronunciación y sonrió orgulloso.
—Te recuerdo que los tuyos también son cafés. —Me defendí mirándolo seria y la sonrisa se le borró. Parecía confundido como si no entendiera mi respuesta—...Y feos. —dije y parece que captó a lo que me refería.
Volteó a ver atrás enojado, decidí seguir su mirada y encontré a Augustus riéndose. Dave se fue dónde él para reclamarle. Chicos.
—Ciao Sarely. (Hola Sarely.) —Me asusté un poco al escuchar la voz de Sebastián a mis espaldas.
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Carlin
Teen FictionCarlina Jos... Es decir, Carlin Josten. Una adolescente de dieciséis años, quién disfruta gastar su tiempo libre en compañía de tres cosas importantes para ella: La computadora, el celular y el Internet. Como cualquier adolescente del siglo veintiun...