Las actividades en la escuela se acercaban y una de ellas era el Bingo, el cual no sólo consistía en jugar, sino que también se realizaban otras actividades o juegos, y cada grupo o salón le correspondía vender una comida específica y poner su puesto, así que todos los estudiantes de Woslond Hall estábamos obligados a asistir.
Estaba en mi cuarto poniéndome los zapatos y de pronto la puerta se abrió, entrando por esta Lily.
-¿Qué sucede? -Me senté en la cama y subí el pie para amarrar los cordones.
-Creo que le gusto a Matías -bufó sentándose en mi silla giratoria.
-¿No? ¿En serio? -dije con sarcasmo provocando que ella me mirara mal-. Ok, ok. Pero ¿Qué hay de malo en eso? ¿Acaso no te puede gustar una persona? ¿Por qué no corresponder a ese sentimiento?
-¿Por qué me estás diciendo todas esas cosas? Acaso tú... -dejó la frase incompleta mientras me miraba con una ceja alzada.
-¡¿Qué?! ¡No! Es que...leo...leo muchos libros y creo que eso me afecta.
-No te creo pero está bien. Es que, ¿Por qué arruinar la amistad sólo porque te enamoraste o te interesaste en esa persona?
-No lo sé -respondí rascando mi cabeza. En lo que pensaba en ese momento era en Sebastián.
-¿Y si después que ya son pareja las cosas son diferentes e incómodas?
-¿Diferentes? ¿Incómodas? -dije nerviosa.
-¿Y si no te gusta como besa y-
-¡Ya! No hables más -Me levanté de la cama para dirigirme al escritorio y tomar mi bolso y el celular.
-Pero, ¿Qué hago ahora? Dime -dijo antes de que saliera de mi cuarto, me giré a verla y suspiré.
-Sólo haz como si no supieras que le gustas y sé tú misma, actúa como Lilianne Josten lo haría -aconsejé y salí de mi cuarto para luego bajar las escaleras.
Tomé el autobús para llegar a la escuela, a Lily no le gustaba ir temprano a esas actividades por lo que tenía que irme sola. Llegué a la escuela y lo primero que hice fue buscar a los chicos. Caminé por los pasillos mientras veía que habían muchas personas, además de los estudiantes, por todos lados. Salí al patio trasero de Woslond Hall donde se encontraban los puestos de comidas, identifiqué a mi grupo y a los chicos así que me moví hasta llegar donde ellos.
-¡Hola! -agité mi mano alegremente.
-Nada de saludos, ven ayúdanos a montar el puesto -dijo Matthew subiéndose a una silla para colocar el cartel de batidos naturales.
-Ignoralo, Sarely -Sebastián llegó a mi lado y pasó su brazo alrededor de mis hombros. Me sonrojeé pero traté de ocultarlo apartándome rápidamente de él y fui a ayudar a los chicos a poner los globos.
Nos llevamos alrededor de una hora organizando todo pero al final terminamos y los padres y familiares comenzaban a llegar.
-Haber, hay que decidir quién se quedará en el puesto, ¿Quién se ofrece? -preguntó el presidente del salón. En seguida todos se fueron corriendo, algunos discretamente, un chico me empujó y mi bolso cayó, me agaché para recogerlo y limpiarlo. Cuando me levanté los chicos no estaban-. Ya me lo esperaba -resopló pero luego me miró-. Oh, Carlin, gracias por ofrecerte, que amable eres -tomó mi brazo y me llevó al puesto.
-Pero yo no-
-Otra vez gracias. Ah, no olvides que las ganacias se entregan en administración. Nos vemos -se despidió y se fue desapareciendo de mi vista.
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Carlin
Teen FictionCarlina Jos... Es decir, Carlin Josten. Una adolescente de dieciséis años, quién disfruta gastar su tiempo libre en compañía de tres cosas importantes para ella: La computadora, el celular y el Internet. Como cualquier adolescente del siglo veintiun...