Capítulo 7

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Tabatha despertó el domingo sorprendida, sintiendo húmeda la cabeza, justo donde se golpeó al caer. Se levantó y talló los ojos, para ver más claro, y se sorprendió al ver que no había nada raro, a excepción de que ella estaba en su cama.

No podía ser posible eso, después de todo, acababa de ver a su madre desnuda y atada a su cama, además de haber escuchado un ruido en la cocina la noche anterior. Después, se estrujó en las cobijas y vio que había una sombra en la puerta de su cuarto.

-¿Mamá? –Susurró Tabatha

La persona que estaba ahí traía un pasamontañas, y era alta, delgada y nada musculosa. Por esa misma razón, Tabatha gritó y saltó a correr hacia el cuarto de su madre, que estaba conectado a su cuarto por una puerta. Pero cuando llegó a la puerta, se dio cuenta de que estaba bloqueada, y la única opción de salida estaba obstruida por la persona con el pasamontañas.

-No, no. ¿Quién eres? –Gritó con desesperación Tabatha mientras corría en embestida contra el sujeto de la puerta.

El sujeto vio su intención y se apartó de la puerta, y corrió hacia la salida de la casa, saliendo por el umbral y dejando a Tabatha chocando contra la pared tras él. Sorprendida por la decisión del sujeto, se levantó a traspiés, y fue directo al cuarto de su madre para ver cómo estaba.

La gota que colmó el vaso fue que su madre estaba dormida, en su cama, bien peinada, cuidada y tapada. Quien quiera que fuera el sujeto, debiera tener instintos suicidas o tenía algo que ver con su madre.

Fuimos lo mejor en el momento menos indicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora