Fuimos lo mejor en el momento menos indicado

Capítulo 13

Rick y Carlos estaban desayunando el viernes en la cocina, hasta que Carlos decidió lavar los platos.

-Sabes, te ves bien de ama de casa, Charlie. –Bromeó Rick.

-Cállate, enano. La próxima vez tú lavas, ¡ja! –Respondió Carlos con una sonrisa maliciosa.

-¡De eso nada! Después de hoy, ¡me deberás mucho!

-Hablando de eso, quiero que le digas a tu amigo que tenga la mente abierta, ¿sí? Puede asustarse de lo que vea. –Le dijo Carlos.

-No te apures, creo que Adrian comprende la situación mejor que la mayoría de las personas.-Comentó Rick.

"Más que a la perfección, espero"-Pensó Charlie.

Después, Charlie soltó los trapos y se encaminó al auto, emocionado.

-¡Corre, tonto! Se hace tarde para la escuela...

-Charlie, tú estás de vacaciones.

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-... entonces concluimos en que las terminaciones van a ser la parte más importante de las palabras escritas en latín y griego, para poder comprender lo que significan. –Concluyó Adrian su exposición a la clase de latín del viernes. Para su trabajo, tenía que ir representado, pero como no tenía idea de cómo ir vestido, y no quería ir de toga mostrando sus rubias y velludas piernas, optó por ponerse un traje negro con una camisa blanca y una corbata roja. A sus 17 años, se veía muy bien con ese atuendo, y más de una chica soltó un suspiro al verlo entrar al salón.

-Muy bien, señor Clarke. ¡Puntajes! –Dijo la profesora Alejandría entregándole la hoja de rúbrica. –10 en exposición... 9 en representación, y... otro 9 en material de apoyo. Total: ¡veintiocho sobre treinta! ¡Nada mal! Hasta ahora, la nota más alta. La próxima vez, podría preparar con más tiempo su material de apoyo, ya que también cuenta la originalidad. ¡Siguiente!

-¿Ya lo viste? Se ve muy guapo...

-¡Mira en su entrepierna, Lucy!

Las chicas del salón no paraban de susurrar sobre su apariencia, y eso solo lo hacía sentir ridículo. Y no quería que nadie más lo viera así. Hasta que entró de nuevo alguien al salón, interrumpiendo la clase. La chica era muy linda, y sus ojos café profundo lo captaron enseguida. Ella no pudo evitar sonreír, y tosió para llamar la atención de la profesora.

-Lamento la interrupción, profesora. ¿Puedo, o en su defecto, podría pasar? –Dijo con su voz melifluosa, y su cabello le cayó al rostro, así que de manera instintiva se lo levantó con la mano derecha, dejando ver su rostro.

-¡Señorita Thorne! No la esperábamos hasta el final del trimestre, pase. ¡Pase! –Contestó con emoción la profesora ignorando el rostro de incredulidad de Josh, que estaba exponiendo "Grandes mitos y leyendas de la historia grecolatina".

Al parecer, la profesora era estricta y nada pretensiosa, pero con Arabella se mostraba pacífica y tierna. Incluso linda.

Arabella entró y se sentó al lado de Adrian, tal vez a propósito para llamar su atención, y a él le llegó el olor de su perfume.

"Mmmm... rosas."- Pensó él.

-Vaya, vaya... Ha vuelto la barbera. Te ves linda...–Saludó Crash con amabilidad.

-¡Y tú! Lindo atuendo, diplomático. – Se burló ella.

-Ja, ja. No te quiero correr, pero ¿qué haces aquí? Yo te hacía en la ciudad.

-Lo que pasa es que...

-Si su plática es muy importante, tal vez podrían compartirla con la clase, señorita Thorne y joven Clarke... -Reprendió la profesora.

La clase entera se mostraba divertida con el regaño, y todos voltearon a ver a los acusados, así que Adrian solo pudo mandarle un mensaje en un pedazo de papel que le sobraba de la hoja de apunte.

"¿Te veo en la salida? En la entrada, vale."

Adrian lo dobló y se lo pasó por debajo para evitar las sospechas, y Arabella lo tomó entre sus manos para después leerlo. Pasaron unos segundos y soltó una risita que solo escuchó Adrian, porque ninguno de los demás pareció darse cuenta. Ella tomó una pluma que tenía a la mano y le escribió en el reverso del pedazo:

                                                         "Ya podemos darnosese lujo? Es perfecto :D"