La última clase del día fue Geometría, donde verían como el profesor Smith intentaba explicar cómo calcular la distancia entre una recta y una circunferencia.
-Haber amigos, para calcular la distancia de un punto a otro verán que está ésta fórmula...-Y escribió la fórmula en la pizarra.-... y para calcular la distancia de una recta a una circunferencia está otra fórmula. –Anotó la otra fórmula. -Así, pueden ver que tienen ciertas similitudes... ¡Amigo! Deje de comer en clase, por favor amigo. Para eso está el receso... Y así... ¡Amiga! No se maquille. Las amigas se ven mejor sin maquillaje. Por favor, amigos...
-Ahora entiendo porque le dicen "El Amigo". –Le dijo Arabella a Rick, que compartían la asignatura.
-Sí. De hecho, se le va el avión muy seguido, pero es fácil seguirle la pista.
-Amiga, guarde eso. La directora se lo puede confiscar... Amigo, ¿en qué me quedé? ¡Ah, sí! ¡La recta! –Continuó el profesor con su voz firme y floja a la vez.
Algunos alumnos le tomaban el pelo y le hacían burla por su apariencia, ya que usaba unos grandes lentes que le empequeñecían los ojos, y como era muy alto, le decían "el armadillo" o simplemente "el amigo".
La puerta se abrió y entró Iris con una compañera llamada Diana Clarke, que venía de regreso de su viaje de intercambio, y ambas venían con un aviso importante.
-Profesor, ¿podemos dar un aviso? –Interrumpió Iris dedicándole una gran sonrisa a su hermana.
El profesor vaciló unos instantes, pero finalmente accedió.
-Jóvenes, atentos a lo que tienen que avisar las amigas.
Iris se desternilló de la risa por lo bajo, pero logró disimularlo con una tos.
-Bueno chicos, nosotras venimos en representación de la escuela para la típica invitación del baile de Halloween, que será el próximo viernes 31 de octubre. El boleto tendrá un costo de 20 dólares, pero si vienen en pareja, se rebajará a 15 dólares por persona, ¿okey? –Preguntó Diana.
-¡Disfraces!
-¡Reyes y princesas!
-¡El fantasma de la Ópera!
Los alumnos gritaban sus peticiones e Iris y Diana tomaban nota con rapidez. Finalmente, Iris tomó la palabra y les dijo a los alumnos:
-Listo. Les pedimos las temáticas puesto que éste será su último baile de otoño, y queremos que tengan un buen recuerdo. Se someterá a votación, y el lunes les avisaremos la temática, ¿vale? Los boletos ya están a la venta, aunque de preferencia, esperen al lunes a saber la temática, ya que no se aceptan devoluciones.
Y salieron del salón agradeciendo su atención.
-Oh, ¡vamos en grupo, a ver si nos rebajan a 13 dólares! –Comenzó el desastre Lacey Gibson.
-¿Vendrá al baile, amigo? –Le preguntaron al profesor, obviamente con la idea de que se olvidara de dar la clase.
-Supongo. Tenemos que vigilar que no hagan cosas indecorosas, amigos. ¡De veras! ¡Deben aprender a controlar la hormona de sus "amigos"! Aunque la verdad, me gustaría venir con mi esposa, compañera, ya que lo preguntas.
La clase entera se convirtió en una catástrofe, con ruido por todos lados, aviones de papel con notas y posibles invitaciones a la fiesta, e incluso "El Amigo" ya había guardado sus cosas para sentirse cómodo y libre de responsabilidades al platicar.
-Vaya desastre. ¿Con quién iras? –Le preguntó Ara a Rick, que se mostraba radiante al tener que hablar con alguien.
-No sé. Terminé con mi novia hace poco, y no sé si quiera...
-Ah, vaya. Pues mira, nada pierdes en intentar retomar lo suyo, ¿no crees? –Sugirió Arabella.
-Si... ¿Y tú? ¿Vendrás?
-No lo sé, no conozco a nadie...
-Hahaha, pero eres la chica nueva. Todos querrán ir contigo.
Arabella rio por lo bajo y le dijo a Rick:
-Supongo que esperaré a que me lo pida un diplomático...
~~~~~~
Adrian esperaba en la entrada a Arabella cuando salió Rick emocionado corriendo hacia él.
-¡He vuelto con Lindsay! ¿Puedes creerlo? –Le dijo rápidamente Ricardo.
-¿Qué? ¡Eso es genial! Supongo entonces que irás al baile con ella...-Lo animó su amigo.
-¡Pues claro! Y tú deberías intentar con Arabella antes de que se te adelanten. He visto como Simon Powell se le acercaba a preguntarle, pero ¡ZAZ! Lo rechazó. Y eso que Simon es un bombón juvenil...
-¿Lo rechazó? –Repitió Adrian, que era lo único que captaba su cerebro. Volteó hacia el edificio y sonrió.
-Así es, ¡así que corre! ¡Te veo a las siete!
Y salió corriendo hacia la avenida con una sonrisa en su rostro.
Salieron todos los estudiantes hablando del baile, sobre si irían vestidos de acuerdo con la temática o si no irían a un estúpido evento así. Las chicas lo miraban con curiosidad, y Adrian se sintió incómodo con su traje, ahí parado.
Pasó media hora y Arabella no salía, así que entró al edificio a buscarla. Para su buena suerte, ella ya venía caminando, con su cabello enmarañado y su ropa jalada, pero venía con una sonrisa radiante.
-Pero que... -Comenzó Adrian al verla así.
-Tranquilo. Fue la típica chica desquiciada y celosa que acaban de terminar antes del baile. – Comentó Arabella riendo.
-¿Tabatha? –Se extrañó Adri.
-Exactamente. Me culpa de que ustedes terminaran, y no paraba de lanzarme jabones del baño mientras me gritaba "zorrita" sin parar. Vaya novia que tenías.
-¿Y por qué estás sonriendo?
Arabella se sonrojó y bajó la mirada a sus zapatos. Su cabello rojizo le cayó por los lados y ella no pudo evitar tomar un mechón y jugar con él entre sus dedos.
-Porque... significa que te liberaste de alguien controlador... -Le dijo ocultando su rostro entre su cabello.
-¡Ah! Gracias, creo. –Aunque Adrian bien suponía que era por otra razón. -Pues, en otras circunstancias, no estaría aquí, esperando sólo por ti...
La tomó de la mano y le levantó el rostro. Ella era pequeña, y él era alto. Le sacaba una cabeza de altura, y ella encajaba perfecto en sus brazos. Podía recargar su cabeza en su hombro, y su cabello le caía por la espalda.
-Entonces... ¿querías saber por qué volví tan rápido? –Dijo apenada, separándose de Adrian.
-Eso no importa ahora... -Adrian la miraba a los ojos, y sonreía hacia ella, lo que hacía que los colores se le subieran al rostro.
La volvió a abrazar y le dijo:
-Vaya serendipia resultaste...
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*Este capítulo está dedicado a aquella persona que me hizo sentir feliz mientras se pudo. Gracias por acompañarme en la larga travesía que es la vida.
-A*
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Fuimos lo mejor en el momento menos indicado
RomanceAdrian Clarke es un joven audaz que tiene planeada su vida para cuando termine los estudios, hasta que su vida da un giro brusco en lo que está acostumbrado a ver y tener. Su vida es completamente normal y corriente, con 17 años cumplidos y todo el...