Aunque a Adrian le hubiera gustado estar abrazado con Arabella toda la tarde, ella todavía tenía que deshacer unas maletas y ayudar a su madre a desempacar unas cosas. Así que se despidió con un beso en la mejilla de Adrian y se fue corriendo al auto donde la esperaban su hermana y su mamá, quienes la veían sonrientes.
Cuando entró en la camioneta, su hermana se despidió con la mano de Adrian, y esperaron a que pasaran unos segundos para alejarse de la escuela para comenzar a cuestionarla.
-Y bien...¡¿Quién es?! –Empezó Iris, que la volteaba a ver desde el asiento del copiloto. Sus ojos verdes la miraban intensamente y su sonrisa era en cierto modo graciosa.
-No te incumbe. –Respondió penosa, pero sonriendo.
-Creo que es lindo, hija. Y se ve también que le brillan los ojitos cuando te ve.
-Ay, mamá. Eso es absurdo... Sólo somos amigos...
-Amigos que se abrazan... ¡Hermoso! –Iris la miraba de manera pícara, y le empezó a hacer señas con las cejas.
-Bueno, ya... Se llama Adrian, ¿okey? Adrian Clarke. Vamos juntos en latín.
-O sea que también es un matadito. ¡Qué bello! –Molestó su madre, que también sonreía.
-Gracias, mamá.
-¿Clarke? ¡Júramelo! ¡Su hermana acaba de regresar de intercambio, y es un amor! ¡Es con quien fui a dar el aviso! Quedamos de ir a la plaza juntas para comprar zapatos, y el vestido... ¡Ah, sí! Mamá, hay un baile aquí, ¿puedo ir? –Soltó Iris rápidamente.
-¿Un baile? ¡Que divertido! Claro que sí, pero no pueden ir solas a la plaza... Es peligroso.
-Yo iré. Quiero buscar un libro, y de paso, las puedo cuidar. –Dijo Ara a su madre.
-¿Segura? ¿Tú también irás al baile? –Le preguntó Alexandra, que tenía la vista fija en el volante pero que les devolvía miradas por el espejo retrovisor.
-No sé, esperaré a que me inviten.
-Por Dios, hija. Si no te invitan, ve con tus amigas.
-Temo decirte que no tengo...
-Entonces tienes unas semanas para trabajar en eso.
-Pero el baile es la próxima semana...
La señora Alexandra pisó el freno bruscamente frente a su casa, volteó y le dijo a su hija:
-Entonces tenemos mucho que hacer. –Le guiñó el ojo y dijo: -¡Siempre quise experimentar esto contigo! –Y salió del auto.
-Parece que a mamá le emocionó más la idea del baile que a ti, tonta. ¡Anímate! –Comentó su hermana menor.
~~~~~~
-Estoy feliz de que ya estés de regreso. Por cierto, ¿quién era la chica que te acompañaba a dar el aviso? –Le decía Adrian a su hermana, mientras iban en la camioneta de su papá.
-Se llama Iris, y está en mi grupo. Comparto todas las clases con ella, lo cual me gusta porque es linda y aplicada, y además, me conviene para ponerme al corriente. ¡Dos meses de clases! ¡Imagina la cantidad de trabajo que tengo acumulado!
-¿Y qué aviso era, hija? –Leroy manejaba y cantaba "Uptown Funk", que sonaba en la radio, pero al terminar la canción, mejor optó por tratar el tema de la abuela.
-Sobre el baile de otoño, papi. Será temático y muy cursi. El romance se sentirá en todos lados, las parejas se unirán en el centro y bailarán lento...-Dijo ensoñada Diana, y dio un suspiro.
-Que bien. –Dijo distraídamente su padre, y continuó.-En fin, tengo noticias. Mayra regresó de Brasil y mañana hay una fiesta en la ciudad por parte de su tía Clary. Y la abuela... bueno, nos quiere a todos reunidos ahí.
-¿Mañana? Okey, pero nos deberás dar permiso para salir la próxima semana...-Chantajeó su hija.
-Si eso es lo que debo pagar para que no me dejen morir sólo, ahí, con mi madre, está bien. –Y les dedicó una sonrisa a sus hijos.
Adrian, que no había pedido permiso para salir con Charlie y Rick, creyó que era el momento perfecto para hacerlo.
-Papá... ¿Puedo ir con Rick a su casa a hacer un trabajo? Ya que mañana no estaremos, creo que sería mejor hacerlo hoy. Y de regreso, ¿se puede quedar con nosotros?
-Mmmm, bueno. Pero mañana se tendrá que ir temprano...
-Sí, no tendrá problema alguno.- Respondió tranquilamente y sonriendo al imaginarse a su amigo madrugando al día siguiente.
~~~~~~
Dayanne estaba esperando a Karen cuando su hija entró a su casa llorando, gimiendo y emitiendo sonidos incomprensibles sin parar. Tabatha no estaba segura de lo que había sucedido, pero estaba decidida a arreglar las cosas con Crash, no sin antes averiguar por quien la estaba cambiando. O eso sentía ella.
-¿Hija? ¿Todo bien?
-Sí, mamá. ¿Esperas a alguien?
-Resulta que sí. A Karen Clarke, una amiga de la universidad y madre de Adrian.
"Perfecto"-Pensó Tabatha.
~~~~~~
Adrian se estaba bañando cuando sonó su celular con la alarma a las siete de la noche, la cual indicaba que ya tenía que estar listo.
Salió de la regadera y se secó las piernas, los glúteos, los pies y se puso talco en los pies. Después de ponerse calcetines, se vistió con un pantalón entubado color negro. Después de eso, se puso desodorante, y finalmente se puso su playera menos llamativa, que decía "La última y nos vamos".
Tomó su chamarra y bajó las escaleras mientras se guardaba el teléfono en el bolsillo derecho y la cartera en el izquierdo, y al final de éstas se encontró a su madre, quien se veía molesta.
-Adrian, ¿querrías explicarme por qué no me dijiste que habías terminado con Tabatha? –Le reclamó su mamá.
-Hola mamá. Tengo un poco de prisa, voy tarde a casa de Rick para hacer un trabajo, pero te cuento cuando regrese. –Respondió Adrian, tratando de evitar tener esa conversación con su madre, quien ciegamente creía que Tabatha era la mejor chica para tener como pareja.
-¿Cómo que te vas? ¡Explícame ahora mismo!
Adrian resopló y le contó a su madre todo, excepto que iría a un antro gay con su mejor amigo y su hermano dado a un chantaje emocional, el cual seguro después se cobraría.
-Pues hoy vi a su madre, quien me contó que estaba devastada. Lloraba demasiado, enserio, no te burles. Creía que se iba a quedar seca. ¿No tiene arreglo?
Adrian estaba riendo al imaginarse a Tabatha creyendo que lograría que él regresara con ella utilizando a su madre, y sólo pudo responderle a su madre:
-No mamá. Ella está algo.... Mal. Además, puede decirse que conocí a alguien, o más bien, espero conocer aún más.
Un timbre de auto sonó fuera del auto, lo que indicaba que Rick ya estaba afuera esperando. Adrian se despidió de sus padres y salió corriendo de su casa hacia el auto, para evitar que su madre preguntara sobre esa nueva chica.
Pasados unos minutos, llegó el ocaso y la oscuridad engulló al auto en que iban que tomaba rumbo a la ciudad, y una chica con estilo punk seguía al auto manejando una motocicleta a muy alta velocidad.
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Fuimos lo mejor en el momento menos indicado
RomanceAdrian Clarke es un joven audaz que tiene planeada su vida para cuando termine los estudios, hasta que su vida da un giro brusco en lo que está acostumbrado a ver y tener. Su vida es completamente normal y corriente, con 17 años cumplidos y todo el...