Leroy Clarke se encontraba trabajando en la bahía cuando su madre lo llamó. La bahía era grande y fría, extendida hasta más de un kilómetro, el agua golpeaba levemente la madera en la costa y la brisa le llegaba al señor al rostro. A lo lejos se podía ver un bote atunero con la tripulación jalando con fuerza las redes llenas de pescado.
La abuela Jocelyn era una mujer dura y muy "tradicional", por decir que tenía su punto de vista sobre el neoliberalismo, además de su gran insistencia de que sus nietos fueran a un curso de catecismo. De sus nueve nietos, sólo Mayra había hecho caso a la abuela, y le gustó tanto que decidió que se convertiría en monja.
-Oh, hijo. Deberías estar orgulloso de tu hija. Conoció al Papa, y ahora tendrás la oportunidad de hablar con ella después de tantos años.
-Estoy orgulloso de ella, mamá. Al igual que de Adrian y Diana. Claro que es complicado, ya que Mayra no vive con nosotros, y es algo incómodo que tú quieras que todos convivamos de igual manera.
-Mira Leroy, tu hermana Clary haría una fiesta el domingo por el cumpleaños de sus gemelos, pero se enteró de que estaría Mayra después de viajar a Brasil, así que la fiesta será mañana, y todos irán. Eso incluye a tu hermana Ross con sus hijos y su nuevo novio, y obviamente a tu hija. Te espero ahí y no quiero excusas de ti, y mucho menos de esa esposa que te conseguiste, ¿okey?
-Haber, madre. A Karen la vas a respetar por el simple hecho de ser tu nuera, mi esposa y madre de mis hijos. Si ella no quiere ver a la familia, que razones le sobran, no irá y punto. Es decisión suya. Al igual con mis hijos, si no quieren ir, no tengo porque obligarlos. Recuerda que yo no soy tú. –Le respondió Leroy con tono autoritario, que le asustaba usarlo, sobre todo con su madre.
-No te confundas, cielo. Claro que sí, y estoy totalmente de acuerdo contigo. Nos vemos mañana.-Se despidió su madre con tono dulce.
~~~~~~
Tabatha compartía clase de Historia con Rick y Adrian, y era la única en la que coincidían, para buena suerte de los chicos. La clase era impartida por el señor Ruiz, que tenía raíces latinas, y que no se cansaba de repetir, por si alguno tuviera duda de su capacidad de hablar español o sobre su conocimiento sobre historia por los cursos que haya tomado en la Ciudad de México, Guatemala y Colombia.
-... y el zar Nicolás II cometió el grandísimo error de correr a Lenin de Rusia, y así fue como comenzó la caída del imperialismo ruso, para poder llegar a la creación del socialismo en la nación rusa. ¿Preguntas? –Terminó satisfecho el señor Ruiz.
-¡Yo! ¡Yo! –Exclamó y levantó la mano Lindsay, quien era la más lista y aplicada de la clase, además de ser la exnovia de Rick.
-Ah, no puede ser... -Susurró Adrian, puesto que él también quería participar y posiblemente ganar décimas extra, además de que Lindsay era la llamada "espinilla en el zapato" de Adrian.
Años antes, en un concurso de deletreo y conocimientos generales de español, los últimos concursantes eran Adrian y Lindsay, y le hicieron una simple pregunta a los dos sobre a qué tipo de genero pertenecía la palabra "flor", y en un volado, Adrian ganó la oportunidad de contestar primero. Pero los nervios le ganaron y contestó "Masculino", lo que hizo que Lindsay inmediatamente le ganara el primer lugar, el reconocimiento de la escuela, una bicicleta nueva regalada por los profesores, y el ser el primer lugar en todo lo que vendría la carrera académica. Desde entonces, Adrian le tenía un irremediable desprecio, hasta que descubrió que Rick estaba enamorado de ella, y sus sentimientos hacia ella se ablandaron, dejando aparte que era linda y que como mejor amigo de Ricardo, no podía faltarle el respeto. Norma de camaradas.
-Si, señorita James...
-¿Qué tiene que ver Rasputín en todo esto?
-Pues, verá... Si tiene paciencia, eso lo veremos en la siguiente sesión, que es mañana a las nueve menos veinte...
Su respuesta fue interrumpida por unas risitas insoportables del grupo de la esquina del salón.
-¿Algún problema, señoritas? ¿Algo que quieran aportar a la clase antes de que termine?
-No, señor Ruiz, es solo que... Jijiji, dicen que ése señor tuvo un récord mundial... -Respondió Taylor, una chica menuda y guapa.
-Mmmm, pues si... Resulta que el señor Rasputín tiene el récord mundial por... vaya, es difícil... con todo respeto a las señoritas, pero él tenía... -Se sonrojó el profesor y Tabatha terminó por él.
-El pene más grande del mundo, ¡demonios! –Dijo con indiferencia.
-¿Qué? ¿Cómo se la acomodaba? –Susurró Luigi a sus amigos.
-Impresionante. –Comentó con agrado Lily, una porrista de mala fama.
-Bueno, bueno... ¡La clase terminó! ¡Deberes!: Una redacción de la importancia de Lenin en la Revolución Rusa. Hasta mañana... -Y huyó del aula.
-Seguro que a esa zorrita de Lily le gustaría conocer a los 32 centímetros de Rasputín. –Comentó con desdén Tabatha a Adrian cuando los demás iban saliendo del salón y él guardaba sus cosas en su mochila.
-Pues es muy su problema, ¿no? No está bien que ofendas a todos los que crees que son como tú crees.
-Oh, ¡vamos! Todos creen que su afición es practicar con paletas...
-Perdón, tengo que irme, Tabatha. Luego hablamos. –Se despidió Adrian de manera cortante, que ya iba caminando hacia la escalera de salida.
-¡Espera! –Lo llamó Tabatha, pero como vio que no volteaba, lo alcanzó en el pasillo. –Oye, quería saber si tenías planes para hoy en la tarde. Resulta que mamá tiene asuntos que hacer hoy, y pensé que tal vez podríamos ver una película en tu cuarto, o simplemente salir a caminar.
-Pues resulta que si tengo cosas que hacer...
-Seguramente es con esa chica Arandamia! ¿Cómo puedes engañarme? –Le reclamó Tabatha, llamando la atención de los estudiantes que pasaban al lado de ellos.
-Arabella... -La corrigió Adrian.-y no. Bueno fuera, realidad. Pero voy a salir con Bowl y su hermano.
-¿Cómo que bueno fuera que salieras con ella? ¡La prefieres a ella! ¡Por eso ya no me amas!
-Mira, quiero que entiendas algo. Yo no te amo, ni te amaré, ¿okey? Puede ser que me esté viendo como un patán o como una bestia, pero ya me harté de que explotes por cualquier cosa. Así que aquí termina lo que sea que hayamos tenido...
Y se fue derecho dejando a Tabatha atónita.
ESTÁS LEYENDO
Fuimos lo mejor en el momento menos indicado
RomanceAdrian Clarke es un joven audaz que tiene planeada su vida para cuando termine los estudios, hasta que su vida da un giro brusco en lo que está acostumbrado a ver y tener. Su vida es completamente normal y corriente, con 17 años cumplidos y todo el...