hoy era el día.
hoy Luke se iba a Londres. la persona con la que he compartido la mayor parte de mi vida se iba. muy lejos, demasiado.
mi mamá, estaba devastada. de sus ojos celestes caían lágrimas desenfrenadas y no me había dado cuenta de que por los míos, también.
respecto a la situación que viví hace unas semanas, el drama de Michael, de mi madre y de Luke, nada se había comentado al respecto y así estaba mejor. prefería el silencio incómodo, que la tensión.los tres estábamos en el aeropuerto de la ciudad y faltaban pocos minutos para que Luke abordara.
—no puedo creer que te vas, pequeño. —le dijo mi madre sollozado.
—es lo mejor para mi futuro. estaré aquí pronto siendo un gran médico, y sé que estarán orgullosas de mí. —nos dijo abrazándonos.
admiraba la perseverancia de Luke, lo admiraba. recuerdo haber pensado cuando era niña que Luke era mi súper héroe, ya que él relativamente fue mi padre. me cuidó y me aconsejó. y ahora estaba partiendo.
me abrazó y me llevó a un pequeño rincón mientras se oían la llamada en los altavoces para subir al avión.
—te voy a extrañar. —me dijo y me abrazó mucho más fuerte.
—gracias por todos estos años, Lukeypukey. —sollocé.
—te amo, Micaela. —dijo contra mi pelo.
me soltó y cruzó la puerta del lugar correspondiente para abordar.
después de aquello, subió al avión, y pude ver que se llevaba consigo 17 años de amistad.
lo iba a extrañar.