me siento tan identificada con la foto en multimedia lolMichael y yo no habíamos dejado de ser unidos. me encantaba. amaba la manera en que me abrazaba o me besaba mientras caminábamos por las frías calles, sin importar lo que la gente dijera. me encantaba este Michael, el que daba por igual los pensamientos de los demás. éste Michael que se había superado a sí mismo, que había olvidado el pasado. repito, me encantaba este Michael.
habían pasado semanas desde su ligera confesión. ligera porque sé que hay más. no ha tenido pesadillas, malos momentos ni ha tenido ataques de ira. pero, sé que no durará mucho tiempo. que no tardará en derrumbarse nuevamente, aunque, como aquel día se lo prometí. no lo dejaré solo, nunca más estará solo. yo estaré con él. siempre.
todo lo que había pasado entre nosotros había sido verdaderamente ameno e increíble. los sentimientos cada vez se iban multiplicando. cuando había vuelto a ver el brillo en los ojos de Michael, cuando tenía una sonrisa radiante, cuando me llamaba por teléfono en las mañanas y escuchaba su ronca voz. por sus notas escalofriantes pegadas en mi ventana. por su preciosa caligrafía que inundaban sus cartas en mi correo cada semana. pero sobre todo, me encantaba la manera en la que iba avanzando, lentamente, pero, iba superando cada obstáculo que se interponía él mismo.
justo ahora, estábamos en mi casa, discutiendo juguetonamente por saber qué banda era mejor.—te lo he dicho, Micaela, My Chemical Romance es muchísimo mejor que Green Day.
suspiré frustrada.
—cállate.
—cállame.
y lo que hice, fue abalanzarme sobre sus piernas uniendo nuestros labios en un cálido y apasionado beso.
tocó suavemente mis caderas mientras con movimientos lentos se dirigía a mi trasero; los cuales permití. su lengua se movía en sincronía con la mía. éramos un maldito rompecabezas en donde las únicas piezas éramos nosotros, piezas que encargaban a la perfección.
—mierda, Mic... —jadeó contra mis labios y sonreí. lo deseaba tanto como él me deseaba a mí.
puse sus manos detrás de su cuello, mientas lo atraía más a mí.
demonios, me encantaba este imbécil chico.