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Estaba acostada en mi cama con lágrimas rodando por mis mejillas. Ni siquiera la música de Skid Row que tanto amaba, me levantaba el ánimo. Estaba nerviosa. Tenía miedo de que realmente Steven me hiciera llegar al punto tal de pedirle que sea el primer hombre en mi vida.

No sé si extraño, la mayoría de las chicas de mi colegio lo considerarían estúpido o de "pobre inocente" que se buscó al más lindo y popular de todo el colegio para conseguir que la estrenara en la materia sexual. Me daba pena reconocerlo, incluso decirlo, pero era así. Jamás había estado con un chico.
A pesar de que esperaba al indicado, porque no era algo que considerara darle al primer idiota que me calentara el oído, Popcorn a mi parecer no era realmente a quién quería para mi primera vez, no me sentía enamorada de él y el franeleo en el auto, en la biblioteca, los sentía como tales, pura excitación del momento, aunque lo de la biblioteca no lo podía olvidar, lo del coche, me pareció vertiginoso y hasta una idea genial.
Tenía miedo de que él lograra su cometido y tenerme en su cama.
Martes. Evité tener todo contacto con mis amigos y eso me aburría, me molestaba. Me encerré en el taller de edición a terminar varias notas para el periódico. Abie había logrado su misión con Slash y ahora andaba feliz por la vida, pero comenzó a presionarme para que mi trabajo sea el mejor y el que más quiera leer el alumnado.
No podía concentrarme. Sentía mi clítoris con deseos de ser tocado por sus manos, arañaba las hojas, la mesa, el mouse de la computadora de la sola idea de acostarme con Steven. No sabía como dejar de pensar en eso. Maldito y mil veces maldito seas. Jamás un hombre me había provocado esos pensamientos de deseo, o si, pero no con tanta lujuria incluida.
Decidí salir de mi escondite y asistir a las últimas horas de clases. No había ni salido para la hora del almuerzo así que tenía hambre y necesitaba ir al baño.
Popcorn tenía entrenamiento así que no lo crucé, lo vi correr desde la puerta de la parte de atrás del colegio para que no me viera. En clases me encontré con mis amigos, obvio, me llovieron preguntas, nada que no pudiera responder.
Al terminar las clases, sugirieron que lo esperáramos al capitán.

Slash: -Iremos por cerveza. Quieres venir?
Clare: -Tengo cosas que hacer.
Duff: -Mentirosa.
Clare: -Cállate... de verdad, estoy muy ocupada.
-Veo que apareció alguien que hace desear su presencia- su voz hizo que se me erizara la piel.
Clare: -Oh... si, creo.
Steven: -Así que no vendrás con nosotros? Qué lástima... seguro te irás con tu nuevo amigo.
Slash: -Te vas con Izzy?
Clare: -No, no es eso, tengo cosas que hacer.
Steven: -Tres veces la misma frase es porque no sabes como decir una mentira- me puso nerviosa. Lo miré desafiante.
Clare: -Y a donde iremos?
Slash: -A mi casa, como siempre. Mis padres están de viaje.
Steven: -Qué coincidencia, los míos también- me dedicó una mirada pervertida que me hizo sentir incómoda.
Clare: -Seguro no son hermanos? Ambos padres están de viaje- intenté hacer una broma y solo Duff rió mientras Slash me insultaba como siempre y Popcorn solo quedó viéndome mientras se mordía el labio inferior. Dios, ese gesto no.
Slash: -No se diga más. Vamos a mi casa.
Duff: -Mejor a la de Steven. A la tuya ya la conocemos hasta por si falta una flor en los adornos de tu madre o un cuadro en una pared- "genial idea, imbécil" pensé -que dices, Clare, vienes?
Clare: -Esta bien. No hay problema- porqué el dueño de casa se relamió los labios cuando acepté ir?

Estaba tensa. Quería irme de ese lugar.
No supe en ningún momento de que hablaban y solo había tomado una cerveza. Aparte de tensa, aburrida. No miraba a Steven a la cara, temía otro de sus gestos sensuales que me hicieran pensar más que nada, en sexo.
Slash se fue. Mala idea porque Popcorn prácticamente le decía a Duff que también se fuera.

Duff: -No quieres que te lleve a tu casa?- me preguntó -es algo tarde.
Clare: -Ammm...- miré a Steven que me sonrió justamente de esa manera -él me lleva- sonreí. "Diablos, porqué lo hice?" mi cabeza no paraba de pensar por si sola -puedes ir a mi casa y avisar que estoy aquí?
Duff: -Seguro!

Se despidió de ambos, subió a su bicicleta y se fue.
Al cerrar la puerta, Steven se dio la vuelta lentamente viéndome de manera especial, en cambio se fue a la cocina.

Steven: -Quieres comer algo? porque yo tengo hambre.
Clare: -Si... esta bien -respondí nerviosa.
Steven: -Y que quieres comer? hay de todo, mis padres cargaron la despensa del mes antes de irse.
Clare: -Lo que tu vayas a comer.

Él volvió despacio y se sentó a mi lado.

Steven: -Que raro... no puedes comerte a ti misma- sentí algo de pánico al escuchar esas palabras.
Clare: -Por qué dices eso?- pregunté con voz temerosa.
Steven: -Porque yo... quiero comerte a ti- sus palabras sonaron eróticas en mi oído.

Me tomó del rostro y su boca se estampó contra la mía. Un beso en una de mis mejillas y un gemido que dejé escapar. Me quedó mirando sorprendido.

-Me gusta como gimes... hazlo un poco más- y besó mi cuello lentamente.

Con una de sus manos comenzó a levantar mi remera y lo tomé fuerte de su cintura. Al sacarse su camiseta, me sentí sumamente excitada. Me subió sobre su regazo y se deshizo de mi playera. Continuó besándome, esta vez, con sumo desenfreno. Sus labios bajaron por mi mentón, cuello, clavículas, hombros, y se detuvo en el borde de mi brasier dando besos cortos preparándose para lamer un poco más adentro.
Sentimos un ruido en la puerta de entrada. Los llamados de sus padres para que abriera nos hicieron apurarnos a ponernos la poca ropa que nos habíamos sacado. Estaba nerviosa, me sugirió que me calmara. Así que él de lo más tranquilo, abrió la puerta y sus padres entraron.
Luego del protocolo de saludar a los dueños de casa, Steven me llevó en su moto a mi hogar. Estaba confundida y odiaba estarlo.
¿Qué éramos en realidad? ¿Por qué él hacía eso? ¿por qué yo me dejaba llevar así por él? ¿por qué me provocaba tantos sentimientos encontrados?
Bajé de su moto y todos esos interrogantes se quedaron sin respuesta alguna. Un beso corto en mis labios y se fue.
La angustia me invadió y me quedé llorando escondida en un rincón en el patio de casa.  

Appetite For DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora