17

401 25 4
                                    

Tuve miedo por él, por lo que quisiera hacer. Era vengativo y sabía que hasta no vengarse como quería, no iba a detenerse, era incansable.
No podía fumar pero comenzó a hacerlo así como beber en exceso para calmar el dolor que le causaba que todo lo de su pasado volviera una y otra vez.
Era Martes y fui a su casa para saber si le ocurría algo porque no había ido a clases y su madre me recibió.

—Que suerte que vienes, Clare —me dijo la señora Adler nerviosa.
—¿Sucede algo?
—Steven está encerrado en su habitación desde anoche, solo ha salido para bajar al sótano y tocar la batería hasta cansarse. No sé si le ocurrió algo, no quiere abrirnos la puerta, ni quiere hablarnos a mi esposo o a mi.¿Tú sabes que le pasa, puedes decirme que ocurre?

—¿Puedo subir a verlo? Luego le cuento que lo que pasa.

Asintió y me acompañó a su cuarto. Llamé a su puerta, del otro lado solo escuchaba «lárgate, mamá», pero en cuanto le dije que no era su madre, accedió a abrir.
Se abalanzó sobre mi abrazándome mientras lloraba. El olor a alcohol que despedía era muy fuerte.
Entramos a su pieza de nuevo y no dejaba de llorar.

Clare: —Cálmate, Pop —dije con voz suave mientras acariciaba su cabeza—. Ahora estoy aquí.
Steven: —No me dejes solo... por favor.
Clare: —No, no lo haré. Que te parece si te duchas un poco, te cambias la ropa y yo mientras te preparo algo rico de comer? Anda, hazlo... hazlo.. —él asintió y fue al baño mientras preparaba su ropa.

Bajé a la cocina y la señora Adler insistió en saber que ocurría con su hijo asi que tuve que contarle. En realidad, me dediqué a decirle la verdad a medias.

—Le he dicho a mi esposo que no lo presione, que Steven solo juega por desquitarse, no para ser una estrella.
—Él dice que solo es un estúpido juego, que no quiere entrar en ningún equipo, aunque piensa siempre en vengarse.
—Eso es lo que quiere desde que pasó todo lo que sucedió en esa otra secundaria. Tienes que ayudarlo, Clare, tú y los chicos tienen que ayudarlo a que se olvide de eso.

No le dí mi palabra porque conocía a Popcorn, por más que le hablara, iba a hacer lo que él quisiera y le pareciera lo mejor para su propio bienestar.
Al entrar a su cuarto lo vi solo con su short puesto, sin remera, cabello húmedo. Sentía que me subía la temperatura verlo semi desnudo, pero al mirarlo tan decaído, algo que jamás había presenciado, me puso en frío de repente.

Clare: —Te traje un sandwich riquísimo con este jugo de naranjas que exprimí con mis lindas manos— intenté hacerlo reir pero no lo logré. Me senté a su lado.
Steven: —Gracias— dijo aún cabizbajo.
Clare: —Estás mejor? —acaricié su cabello y se puso sobre mi hombro. Lo abracé despacio y besé su frente.
Steven: —Gracias por estar conmigo.
Clare: —No tienes que agradecérmelo... somos amigos —se apartó de manera brusca de mi y se puso de pie muy enojado.
Steven: —¿Amigos? ¡¿Somos amigos?! —lo miré sin entender el porqué de su reacción—. Vaya... si es así, vete— su reacción me desconcertó.
Clare: —Espera... tienes que decirme por que te pones así.
Steven: —Dijiste que somos amigos y por eso estás aquí.
Clare: —¿Y no somos eso?
Steven: —Pensé que después de aquella noche era más que un amigo para ti. Pero veo que solo querías perder tu virginidad conmigo.
Clare: —¡¿Qué?! ¡¿Qué estás diciendo?! ¡Estás ofendiéndome! ¡Cuida tus palabras, amigo!
Steven: —¡Ya deja de decir que soy tu amigo! ¡Porque no lo soy!

Eso me dejó fuera de mi misma. ¿Que ya no era mi amigo? Entonces... ¿de verdad era mi amante? De cualquier manera, aquello me había lastimado mucho, sus palabras eran cuchillos en todo mi cuerpo.

Clare: —Está bien, Steven... si lo que quieres es estar solo, adelante. Me voy. Pero de verdad, esa noche fue muy especial para mi, ¿y tú sientes que te usé?... Eso es realmente patético.

Pensé que no me dejaría salir de su cuarto tan fácilmente, pero lo hizo. Se quedó en la soledad de su habitación de muy mal humor y maldiciendo en voz baja.
Su madre no estaba en la sala para despedirme de ella y mientras más rápido saliera de esa casa, mejor me sentiría.
Caminé unas calles mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Intentaba ocultarlas pero no podía, cada vez eran más. Me sentía mal por lo que le sucedía a Steven pero también me sentía fatal por las palabras que había usado contra mi.
El resto de la semana no había asistido a la prepa y el sábado había un gran juego para el que no había entrenado y ni siquiera dijo porque pero faltó. Los Halcones perdieron y todo el mundo se preguntaba porqué la estrella estuvo ausente.
Todo recaía en mi, como lo supuse en un principio. Todo el mundo me preguntaba hasta el cansancio que le pasaba a Steven y daba versiones distintas. La casi periodista encargada de la mayoría de las notas del quincenal de la prepa mentía y lo hacía con alevosía.
Algunas personas me echaban la culpa de que seguro le había hecho algo y por eso no iba ni siquiera a entrenar. "Seguro lo engañó con otro y la descubrió", "Seguro le dijo que no lo ama", y varias estupideces más. Quería huir de ese lugar.
Duff y Slash eran los únicos que sabían la verdad a medias, para no romperle el corazón a Duff, preferí decirle que se encontró con el hermano de Izzy, mentira que Duff ignoraba, porque ese muchacho hacía mucho tiempo no pisaba la ciudad.
Pero un día... esa suposición cambiaría.  

Appetite For DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora