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Steven era así, él podía dejar con la duda a todo el mundo pero a él no se le podía hacer lo mismo.

En mi cabeza daban vueltas esas palabras "no nos conviene a ninguno de los dos". El trato era dentro de la prepa, fuera de ella, podíamos hacer nuestra vida tranquilamente como siempre y como antes de que se me ocurriera mi ingeniosa idea.
Todos me veían y hablaban por lo bajo, eso era realmente molesto.
Abrí mi casillero ante la mirada de todos y varias esquelas cayeron. De "cornuda" y "zorra" no me bajaban.
No era justo, nada de eso lo era.
Una chica me chocó con su hombro de muy mala manera.

-Cúal es tu problema?
-En este colegio no queremos zorras como tú!
-Zorra? me has dicho zorra?!- me abalancé a los golpes sobre ella.

De donde salieron mis amigos para sujetarme y evitar un asesinato? no lo supe. Steven me miró a la cara para ver si estaba lastimada.
Otra gente ayudaba a la otra chica a levantarse, quién por cierto, seguía insultándome.
Me sacaron del pasillo para que no me sancionaran.
Estaba hecha una furia, ni Steven que siempre me sujetaba y me calmaba podía conmigo.

Clare: -Súeltame, maldita sea, que esto es tu culpa!
Steven: -Pero fue tú idea, lo olvidas?
Clare: -Has arruinado mi vida por completo, Adler! Todos aquí me odian!- tomé mis cosas y salí corriendo del colegio.

Me perdí por horas en la ciudad, no sabía a donde ir.
Comenzaba la semana de manera odiosa. Si, era mi culpa un cincuenta por ciento, pero Popcorn no me consultó.
Seguí con eso en mi cabeza e iba a continuar porque me sentía desesperada.
Un auto estacionó unos metros adelante.

-Acaso tú no tienes clases a esta hora?- esa voz me sonó más que conocida. Al mirarlo, sonreí -ven, sube, vamos a dar una vuelta.

Izzy, el adolescente de la alta, con todo el dinero del mundo disponible para lo que quisiera cuando quisiera.

Clare: -No, no tengo clases y, tú no las tienes?
Izzy: -No... tengo profesores particulares.
Clare: -Vaya... eso debe ser bueno...
Izzy: -No tanto, me gustaría conocer otra gente, tener amigos de verdad a los que no les importe un dinero que ni siquiera es mío- sonrió -quieres ir a tomar algo? -asentí.

Fuimos por unas bebidas frías que el otoño todavía nos permitía beber.
De un momento a otro, terminamos contándonos sobre nuestras vidas.

Izzy: -Entonces, quedaste como hija única?
Clare: -Algo parecido. Mis padres aún ayudan a mi hermana económicamente cuando lo necesita.
Izzy: -Si, supongo que la vida en Nueva York no debe ser nada fácil...
Clare: -Es complicada, según lo que me contó, demasiado movimiento, cosas caras, demasiada gente... ya debes saber sobre eso... que hay de ti?

Hizo un gesto de que iba a costarle demasiado hablar.

Izzy: -Mis padres viajan todo el tiempo, los veo contadas, dos veces al año y es mucho decir. Tengo un hermano al que ni siquiera veo. Sé de él por las noticias, no me llama, no me visita, estoy solo con la servidumbre en esa gran mansión a la que has ido con tus amigos. La soledad duele. Por eso cuando te vi sola en la terraza, pensé que te habías peleando con esos chicos o algo así y quise hacerte compañía.
Clare.- Ahora comprendo tus deseos de ir a un colegio para estar más rodeado de gente.

Me sentí mal por querer saber tanto. No me imaginaba tenerlo todo pero que le falte lo esencial en tu vida: el amor de su familia y la amistad de amigos que te alegren los días, como los que tenía yo.

Izzy: -Te gustaría ir a almorzar a mi casa?
Clare: -Si! Me gustaría!- acepté encantada.

Cuando llegamos, Izzy ordenó que cocinaran algo muy rico, mientras me daba un recorrido por esa gran mansión y seguíamos charlando.
Al sentarnos a comer, le dijo al chófer y a la cocinera que nos acompañaran en la mesa.

Izzy: -Ellos son todo lo que me quedan. Me hacen compañía desde que era un niño y mis padre se ausentaban cada vez más. Porque tenga una invitada a comer eso no debía cambiar.

Esa gente demostraba mucho cariño por él, le preguntaban por sus cosas y me charlaban de lo más alegres.
Me sorprendió la humildad de ese chico y claro, le rendían tanta fidelidad y eran su segunda familia.
Luego de eso, me contó más cosas sobre él como sus bandas de rock favoritas, viajes que había realizado por el mundo, recuerdos de su infancia.

Izzy: -No le conté tanto a nadie sobre mi como lo hice contigo. Me inspiras demasiada confianza.
Clare: -Me alegra que confíes en mi. Tengo que pedirte un favor.
Izzy:- Dime.
Clare: -Me llevas a mi casa? es que... es algo tarde...
Izzy: -Si, por qué no? de paso sirve que sepa donde vives.

Al llegar se comportó como todo un caballero abriendo la puerta de acompañante para que bajara. Me tomó de ambas manos.

Izzy: -Has pensado en lo que te propuse?
Clare: -Un poco, La verdad es que tengo muchas cosas que pensar...
Izzy: -Al menos tengo una mínima esperanza?- acercaba más su rostro al mío.
Clare: -Quizás- me tomó suavemente del mentón, otro beso de su parte estaba tan cerca...
—Clare! —¡rayos!

Appetite For DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora