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Izzy: —¿Puedes creerlo? ¡Casi le rompe una pierna ese hijo de puta!
Clare: —¿Se sabe quién fue?
Izzy: —Dice que no lo reconoció puesto que simplemente lo tomó del hombro lo dio vuelta y lo agredió sin mediar palabra. Maldito sea...— bebía su cerveza.

Era cómplice de esa pelea sin haberla presenciado. Temía por lo que Steven fuera hacer en contra del hermano de Izzy.

Clare: —¿Y ahora como está?
Izzy: —En reposo, con la cara hinchada de tantos golpes. El doctor dijo que podía haberle quebrado unas costillas pero fue "generoso" si se lo puede llamar de esa manera.
Clare: —¿Y que sucederá con su carrera?
Izzy: —Eso irán viendo los del equipo, le harán tratamientos, lo mandarán a todos los doctores habidos y por haber en EE.UU. y si fuera necesario, a Canadá o a algún lugar en Europa.
Clare: —¿Cómo se llama tu hermano?
Izzy: —¿No lo sabes?
Clare: —No... jamás me lo dijiste.
Izzy: —¿De verdad? que tonto soy, se me pasó decirte lo más relevante. Se llama William. William Bruce Bailey. Le decimos Axl. Por alguna razón le dicen "Axl Rose"
Clare: —¿Bailey? ¿Qué no eres Stradlin? —interrogué curiosa.
Izzy: —Verás... Mi madre lo tuvo soltera, tiene su apellido, ella no quiso que mi padre lo reconociera dándole su apellido, así que... quedó como un Bailey y no como un Stradlin. Esa es toda la historia.

Volví a casa apenada por la situación. Si bien no debía meterme o quizás si para intentar detener a Popcorn, iba a quedar sumamente fuera de lugar con Izzy y eso realmente me molestaba. No me interesaban las fiestas en su mansión, ni su dinero, solo que era un gran chico y lo valoraba por eso. No quería que siguiera sintiéndose solo.
Steven no estaba lejos del peligro, si bien la policía no lo buscaba por agredir a un jugador de las grandes ligas, quizás Axl iba a pagarle a unos matones para que se encargaran de él y tenía miedo por ello. Podía hacerlo, tenía todo el dinero del mundo a su disposición y podía usarlo tranquilamente sin rendir demasiadas cuentas.
Doble preocupación, parecía que esa tempestad no iba a calmarse y las cosas podrían empeorar.
Un día estando sola en casa de Izzy, al que esperaba mientras se alistaba para que saliéramos, Cassandra llegó como dueña y señora.

Cassandra: —Hola... ¿cómo era tu nombre?
Clare: —Clare —respondí mirándola con desconfianza... y lo bien que hacía.
Cassandra: —Clare... oh, si. Steven y tu, son pareja, ¿no es así? —tenía que mentir.
Clare: —Si... ¿por qué?
Cassandra: —Vaya... Que desperdicio...
Clare: —¿Disculpa?
Cassandra: —Si... Steven es demasiado hombre para ti, que se nota a leguas lo poca cosa que eres.

En otro momento hubiese ido a los golpes sobre ella, ni siquiera sé porqué reaccioné no haciéndole tragar sus palabras y dientes de un puñetazo en su siliconada boca.

Clare: —Vaya... Pues... Como se nota que tú si te has perdido de un gran hombre. Eso demuestra que siendo la mujer que dices ser, nadie te quiere más que como la prostituta que realmente eres.
Cassandra: —¡¿Que has dicho?!
Clare: —Que eres una mujerzuela.
Cassandra: —¡No voy a perm...- en ese momento Izzy bajaba de su habitación.
Izzy: —¿Ocurre algo? —preguntó mirándonos a ambas.
Cassandra: —Nada... Los dejo solos  —caminó hacia el jardín—. Ah, cuñadito... Como se nota que te gusta comer de la basura —intentó rebajarme con la mirada pero no me ofendió en lo más mínimo. Prefería ser una basura a una callejera.

Realmente era una perra y lo comprobé yo misma.
Me preocupó el hecho de que deseara a Steven, de enterarse él de eso, se aprovecharía para llevar a cabo su plan de tirársela y yo no podía ponerme celosa de ello.
Estábamos en un bar con Izzy, y ellos llegaron en patota como siempre. Escondida a un costado de mi amigo, veía a Slash y Duff sentarse en una esquina mientras se peleaban por cigarrillos como dos niños por un juguete y se dirigió a la barra, mis minutos estaban contados. Desapareció de mi vista en un momento.

—¡Vaya! ¡Pero que sorpresa! —al darme vuelta lentamente habiendo reconocido su voz su mirada no era nada agradable —. ¿Qué haces aquí?
Izzy: —Hola, Steven... pues... vino a beber algo conmigo —Popcorn con su mirada intentaba decirle de forma nada amable «a ti nadie te preguntó».
Clare: —Vinimos por unos tragos... —sonreí algo nerviosa.
Steven: —Pasé por tu casa y no estabas, ahora veo que nos cambiaste muy rápido a tus amigos.
Clare: —Steven, no sabía que querrían salir.
Steven: —Claro... ¿Me permites un momento? —me tomó del brazo haciendo que me levante de mi asiento y fuimos caminando al pasillo detrás del bar.

Clare: —¿Qué es lo que su... —sus labios contra los míos no me dejaron terminar la frase.
Steven: —No te imaginas lo que me provoca verte con ese imbécil— susurró con ira. Reí irónica mientras se separaba despacio de mi.
Clare: —¿Acaso estás celoso?
Steven: —No... pero me imagino que ahora que te ayudé a descubrir lo que es el placer en el sexo, te acuestas con él y eso me... —lo ayudé a callarse, pero no de un beso. Estrellé mi mano en una de sus mejillas a la velocidad de la luz y con la fuerza con la que un meteorito choca contra la tierra.

Su ira no se hizo esperar lo suficiente como para poder detenerlo. Me sujetó de las muñecas contra una pared poniéndolas sobre mi cabeza y acercó su cara a la mía tanto como quiso.

Steven: —Odio con mi alma que me golpees de esa manera.
Clare: —¿Ah, si? ¡Pues yo odio que te comportes como un patán!
Steven: —Soy un patán ¿O es que acaso jamás te diste cuenta?
Clare: —Ahora estoy conociéndote mejor, juro que espero que Axl te dé de nuevo esa paliza que te dio en secundaria.
Steven: —¡No me nombres a ese hijo de puta! ¡O me desquitaré contigo!
Clare: —Deseo... ¡Tan solo deseo ver como se te ocurre desquitarte conmigo! —pegó su frente contra la mía.
Steven: —No me pongas a prueba, Clare Duren. Ten cuidado con lo que deseas que puede hacerse realidad! —su mirada me daba miedo pero sentía que me lo había buscado por haberle puesto una mano encima.
Clare: —No te tengo miedo, Steven Adler... Lo peor ya me lo haz hecho.
Steven: —¿A qué te refieres con eso?
Clare: —Ese "noviazgo" plagado de mentiras, hablarme dulcemente para conquistarme y que nadie te moleste por estar de "novio", ser el primer hombre en mi vida... Lo peor... Ya me lo has hecho.

Me soltó rápido y se tomó de la boca como intentando contener palabras que no quería pronunciar. Se acercó despacio y tomó de mi rostro lo más suave que pudo, sus manos temblaban.

Steven: —Dime una cosa —susurró—. ¿Te has acostado con él? —reí sarcásticamente— ¡No te rías! ¡Contéstame!
Clare: —No soy Brittany, ni mucho menos Cassandra... No hemos hecho nada —(si con «nada» era sexo, no, si con «nada» era besarlo, entonces mentía)

Me apretó contra su cuerpo mientras me besaba. Toda la alteración que él mismo había provocado en mi, se desvaneció en ese encuentro entre nuestras bocas. Sentía su suave lengua, su respiración para no cortar ese desenfrenado beso. Quería más, quería que bajara por mi mentón y recorriera mi cuerpo entero mientras me tocaba y me besaba. Cortó el beso lentamente.

Steven: —Te veré mañana en mi casa. A las 8 de la noche. Te quiero puntual allí. Te estaré esperando, Clare, y si yo fuera tu iría, porque no creo que quieras que vaya a tumbarte la puerta de tu casa a patadas y secuestrarte.
Clare: —¿Es una amenaza?
Steven: —Sabes que si amenazo no lo hago en vano, nena- lanzó una mirada llena de malicia y se metió de nuevo al bar.

Quedé recostada contra la pared intentando comprender exactamente que había sido todo ese acto de reproches y pasión que se habían mezclado de un segundo a otro.
Mis sentimientos eran encontrados y no podía aclarar mi mente. Esperaba solucionar todo al día siguiente... Pero él tenía otros planes para ambos.  

Appetite For DestructionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora