Appetite For Destruction

28

Mi vestido rosa corto que se ataba al cuello, me vestía. Mis zapatos de taco bajo del mismo tono de mi vestido engalanaban mis pies. Esperaba a Steven ansiosa encerrada en mi habitación. Mis padres lo trataban mejor y ya no se oponían a nuestra relación. Era feliz con tantas cosas que salían bien, era feliz con mi familia, con Slash y Duff, con Steven como mi novio, con una universidad a la que ir... algunos cabos sueltos de las ideas de Popcorn eran lo único que me mantenían en vilo.
Slash y Abie irían juntos al baile, ya eran novios. Así, rápido, sin demasiada preocupación y se los veía contentos con eso.
Duff no supo decirnos a quién llevaría. Él era el misterioso del grupo, siempre con incógnitas.
Mi madre me avisó que Steven había llegado, ya lo había visto llegar y a pesar de haberlo visto incontables veces, esa noche estaba nerviosa.
Bajé y él quedó anonadado. Ni siquiera entendía porqué, ya también él me había visto otras veces.

—Vaya... estás preciosa esta noche —sonreímos.
—Y tú estás muy lindo y tan bien arreglado.

Sacó de una caja un cotage hermoso, de color blanco, adornado con perlas de fantasía y cintas del color de mi vestido. Tomó mi mano y lo colocó en mi muñeca.
Mi madre nos tomó la foto para recordar la ocasión. Su segunda y última hija se graduaba al fin. Mi padre estaba emocionado y orgulloso.

—Steven, cuídala, muchacho.
—Si, señor Duren. La cuidaré con mi vida —estrechó su mano con la de mi padre a modo de voto de confianza.

Fuimos en el auto de su padre.
Al llegar al colegio, nos encontramos con Slash y Abie a los besos contra un pequeño muro del colegio.

Steven: —Hey, Slash, ¿necesitas dinero para el hotel? —él se separó de su novia y ambos se ruborizaron.
Slash: —Vaya... te ves como todo un dandy con ese smoking.
Clare: —¿Estás coqueteando con mi novio? —todos reímos.

Entramos al baile. La música era genial, deseaba gastar mis zapatos en la pista.

Clare: —¿Has visto a Duff?
Slash: —Dijo que tenía que ir por su cita.

Comenzamos a beber, mientras hacíamos tiempo para estar todos juntos. Hubiese deseado que no llegara esa noche por más esperada que era.
Duff llegó... acompañado. Lo vi llegar y quedé petrificada mirando a la puerta, él estaba buscándonos. Izzy iba con él, no sabía muy bien porqué, pero no solo él lo acompañaba. No quería que Steven la viera, solo le faltaba ella para vengarse.

Slash: —¿Qué carajos...? —miraba hacia la misma dirección que yo.

La mirada de Popcorn se tornó dura, fría, llena de recelo. Apretaba sus labios de manera hostil y bebió su trago haciendo fondo.
Mi amigo y esa prostituta se acercaban. Izzy se le adelantó y nos saludó. Cassandra se galanteaba. No sabía que rayos hacían ellos ahí. Por Izzy no tenía problemas, pero era solo exclusivo para alumnos, no para rameras.
Lo miraba como solo ella podía ver a un hombre, no importaba a cual: con lujuria.
«Cálmate, Clare, nada puede salir mal» trataba de relajarme.
Steven me arrastró a la pista y comenzamos a bailar. Me miraba solo a mi pero lo notaba incómodo. Luego de un largo rato moviéndonos al son de la música, necesitaba beber algo así que fui por ello.
Me encontré a Izzy bebiendo al lado de una de las mesas y me distraje charlando con él. No supe cuanto tiempo había pasado. Cuando busqué a Steven no estaba. Vi a Duff mirando hacia todos lados. Ok, era para tranquilizarme o para preocuparme?

Clare: —Hey, ¿qué te pasa?
Duff: —No encuentro a Cassandra —tragué saliva muy fuerte intentando desatar el nudo que se me hizo en la garganta de solo pensar en que ella tampoco estaba en la fiesta.
Clare: —¿Has visto a Popcorn?
Duff: —Si, lo vi salir hace un momento.
Clare: —¿Cuánto es «hace un momento»? —atiné a preguntar.
Duff: —No lo sé. Cinco minutos tal vez. ¿Has visto a Cassandra?
Clare: —No. Tengo que ir afuera.