Capítulo 16

49 12 10
                                    

💙

Aún quedan rastros de la noche anterior y la luna está apunto de desaparecer por el inmenso mar.

Hablando de mar, Mar, la chica, se ha quedado los últimos minutos sentada jugando con la pancita de Destiny quien parece estar contenta de tener dos nuevos amigos. Mejor dicho, una nueva amiga.

El sol empieza a elevarse y todos los colores a mi alrededor se aclaran de una manera exquisita.

No cambiaría mi vista por nada...

Los colores, el poquito fuego, la mascota, la playa y... Simplemente ella. Creo que la mañana no podía tener mejor comienzo.

Que pena que ya no habrán más comenzares como éste, pienso decepcionado.

Un dejo de desilusión se extiende en mi pecho, pero rápido lo alejo al darme cuenta que Destiny corre hacia mí.

La amiga de Mar se abalanza a mi pecho y lame mi mejilla con emoción–. Nena, tranquila. Sé que estoy guapo, pero no tienes que ser tan directa–digo con intenciones de hacer reír a Mar quien camina a mi dirección con una sonrisa en sus ojos, algo agradable de apreciar.

–Veo que obedece a todo.

–¿Ah sí? ¿Qué le ordenaste?

–Le dije que fuera donde ti y te besara–contesta con algo de diversión–. ¿Algo de malo?

Sabía que estaba siendo sarcástica, a lo que contesto con un mismo tono–¿O sea, que mandas a hacer a otra lo que no te atreves a hacer tú misma?

La joven no reacciona con ningún tipo de respuesta.

–Vamos, es broma. Sé que lo del beso no era cierto.

–Obvio no. Solo le dije que llegara hasta a ti–baja la cabeza mientras habla–. Pero te confieso que es más valiente que yo.

Ahora yo me había quedado sin palabras.

Por alguna extraña razón, su respuesta me hace viajar la vista a sus labios, descubriendo lo resecos que se están. El deseo de humedecerlos es casi insoportable, pero por una vez en mi vida mantengo la idea de comportarme como un caballero.

Intento calmar mis ansias y finalmente lo logro al recordar un asunto pendiente con Mar.

–Por cierto, nunca me contaste qué habías soñado.

–No tengo ánimos para eso, Ángel.

–Pero ¿por qué?–cuestiono poniéndome a su altura–. Anda, cuéntame.

–No.

–Por favor...

–No–repite poniendo sus ojos en blanco.

–Si me cuentas, te beso.

La chica me observa seriamente y cruza sus brazos–. ¿No será que el que quiere besarme aquí eres tú?
Porque déjame decirte, yo no caeré en tu chantaje.

–Ahora niegas que mueres por besarme.

–Yo no muero por besarte.

Colisión de galaxias {Completada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora