"Dentro de la galaxia fragmentada, se encendió una estrella dejándola alumbrada."
-G. C. L.
💙
La lluvia se ha detenido por completo y el cielo se despeja a medida que caminamos hacia el "lugar perfecto", al menos así lo había descrito Mar.
Ella carga con el galón de gasolina mientras yo sostengo el montón de madera que milagrosamente había conseguido la chica.
–¿Así que no naciste aquí?–la pregunta sale de mis labios sin saber su reacción, sin embargo mi curiosidad por ella incrementaba a medida que pasaba el tiempo.
–No–responde naturalmente. Al parecer no le ha molestado mi pregunta–. Soy latina.
–Qué bien–suelto con toda honestidad.
–¿Y tú? ¿No eres de aquí, cierto? Te oí hace rato decirlo.
–No. Yo soy del pueblo vecino–trato de no sonar idiota, pero ella debe conocer la verdad–. Solo vine a la ciudad a, ya sabes, suicidarme.
Ella detiene su paso y veo que su ceño se frunce–¿Sí sabes que hay millones de alternativas para quitarte la vida, cierto? ¿Por qué venir hasta acá?
Esa es una gran pregunta. ¿Por qué viajar a un pueblo vecino para quitarte la vida? ¿Acaso lo que importa no es dejar de vivir?
–Porque soy un cobarde–he ahí mi más grande respuesta–. Huir es lo que siempre hago.
Ella continua observándome cuando habla para mí–. Al menos estuviste ahí.
–¿Cómo?
–Sí. Quizás no fue tan malo que huyeras porque al menos me salvaste, ¿no crees?
–Ni si quiera sé cómo lo hice. ¿Cómo salvar a alguien a quien no quería ser salvada?
–No lo sé. Pero lo lograste y eso es lo que importa–culmina siguiendo con el camino.
Continuamos caminando en silencio hasta que ella se detuvo, señal indicativa de que por fin arribamos el lugar perfecto para Mar.
Una hermosa playa se encuentra justo frente a nosotros. Su oscuridad me perturba, mas su sonido peculiar hace que mis deseos de adentrarme a ella sean incesantes.
La chica de cabello largo se acerca al lugar sin vacilar. Camina sobre piedras para llegar a la suave y sedosa arena y al instante, imito su acción aventurera.
Luego de pasar por el camino cubierto de peñones, arribamos la solitaria playa con facilidad.
Al llegar, arrojo la madera en la arena mientras Mar vierte combustible sobre ésta.
–Tienes el encendedor, ¿cierto?–pregunta ella con firmeza.
Claro, todo lo tenía debidamente planificado.
Saco el encendedor como respuesta y lo lanzo sobre el aire. Ella lo cacha al instante y sonríe como últimamente lo ha estado haciendo.
Se inclina a la abundante madera para prender fuego, pero antes la detengo–. Déjalo, yo lo hago.
–Yo puedo, no te preocupes.
–Puedes quemarte. Déjame hacerlo–la chica da un bufido de resignación y me pasa el encendedor–. Gracias, joven.
Ella ríe con gracia y me golpea con cariño.
Me acerco a la próximamente fogata y enciendo la llama faltante.
Mi cuerpo se aleja bruscamente al sentir el inesperado calentón. El fuego comienza a calcinar la madera y las llamas se despiertan de un solo golpe. Finalmente, he ahí nuestra fuente de calor.
Llego a la chica despacio y tomo su mano, la cual acepta con sus ojos fijos en el ardiente fuego.
Yo hago lo mismo y observo cómo el conjunto químico de oxidación hace su famosa evolución. Las vibrantes y relucientes llamas irradian luz mientras que el humo consume las malas vibras. El anaranjado intenso carcome el ambar del fuego mientras incrementa su poder con el tiempo.
Todo me parece tan irreal que hasta creo haberme quedado soñando con los ojos abiertos.
¿Cómo es posible que mis planes hayan cambiado tan rápido?
–¿Ángel?
–¿Sí?–respondo tirando de su figura hacia mí. Su calidez es tan agradable que hasta creo que el fuego estorba.
–Comencemos de nuevo–propone la chica cuando me regala una suave mirada–. Juntos.
Devuelvo una respuesta no muy clara, aunque sí asertiva. Entonces reflexiono sobre su propuesta.
Empezar de cero junto a ella, la chica que me ha cambiado de parecer en tan solo unas horas.
No suena mal. De hecho, sería lo idea.
Sin embargo, como bien suceden las cosas, al un ciclo empezar, otro tiene que terminar y para eso tendría que hacer algo más. Algo que de seguro no será lo mejor, aunque sí lo correcto.
Con Mar cerca de mí, medito unos segundos sobre la decisión. Me acobardo a decir alguna palabra de lo que estaré dispuesto a hacer por ella y finalmente opto por disfrutar del momento que nos rodea. Quizás no dure para siempre y mucho menos con la firme decisión que posiblemente acate.
Las olas continúan chocando en la costa mientras abrazan la superficie que la rodea. No cabe duda de que el océano estaba en pleno apogeo. El negro e inmenso mar que rodea la atmósfera, actúa valiente y de manera desafiante. Pero muy a pesar de su rebeldía, una paz indescriptible domina por completo sus impulsos. La elegancia en el choque de olas crean una hermosa canción.
Mas un delicado bostezo se une a esa melodía.
–¿Tienes sueño?
–Sí–responde ella con voz adormecida–. Estoy muy cansada.
Es entonces cuando me doy cuenta de que hemos pasado toda una noche despiertos. Tal vez sea de madrugada, no podría asegurarlo. Pero queda constatado que he pasado las horas más emotivas de toda mi vida.
Sin preguntarle, arrastro su pequeño cuerpo conmigo a uno de los peñones de la hermosa playa. Suelto su anatomía un segundo y acomodo mi espalda contra la gran muralla de mineral. Ella se acomoda despacio y sacude sus ojos exhalando otro bostezo.
Las llamas siguen cerca, pero a distancia prudente. El calor está en su punto de excelencia y para combinar ese momento de perfección, Mar echa su cabeza a un lado colocándola dulcemente en mi hombro...
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Hola, perdonen la tardanza. Aún no me olvido de la novela es solo que he estado un poco ocupada.
Como siempre, dejen sus comentarios y votos.
Los aprecio mucho...
-Angie_lab
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Colisión de galaxias {Completada}
RomanceLa colisión de galaxias es frecuente en la evolución del universo. Debido a la distribución extremadamente tenue de la materia en las galaxias, no se trata de colisiones propiamente dichas, sino más bien de interacción gravitacional. Una colisión pu...