Soy un parásito.
Afecto a todas las personas.
Me evitan.
No quieren saber nada de mí.
No quieren que "la loca" los toque...Me aferro a personas que sólo me hacen daño.
No puedo soltarme.
No puedo ser libre.
Siento que si me libero de sus cadenas caeré en un precipicio oscuro llamado "realidad", al cual le tengo miedo porque lo conozco, se que tan cruel y despiadada puede ser.
La realidad tiene un precio muy alto al ser descubierta, nada vuelve a ser lo mismo después de verla a los ojos y sentirla...La gente huye de mí.
Nadie quiere pasar un rato conmigo.
Nadie me escucha.
Nadie prefiere estar conmigo que con alguien más,
No soy "la mejor amiga".
Siempre soy la que sobra.
Quería creer que no era asi pero estaba tan equivocada.
Jamás alguien me querrá lo suficiente para escucharme o para integrantes a la conversación.
Siempre soy yo la que debe ceder su puesto para que, un amigo mejor lo ocupe y yo regrese a la soledad.
No quiero pensar.
Las voces me matan diciéndome mis defectos, golpeando mi conciencia hasta dejarla agotada, semimuerta.
Con un dolor de la culpa en el pecho no puede parar.