Las Carter's | Ross Lynch

Capítulo 18.

Últimos capítulos.

Emma: 

-____ esta en la clínica- Le digo a Kelly, quien no tarda en enojarse conmigo- Perdón por no decírtelo antes, pero, me quedé sin batería, y quería estar con mi hermana... gracias a Dios, esta bien... ya puedes ir a verla, además, hay algo que ella quiere decirte.

Susurro limpiándome las lágrimas de mis mejillas.

Kelly frunce el ceño, alzo mi rostro para poder verla, esta tan afectada como yo.

-¿Qué tiene que decirme?

Pregunta.

No puedo evitar un sollozo. 

-Quiere dejarlo todo- Me siento en el sofá, cubro mis ojos con la palma de mis manos- ____ esta mal, se siente mal por lo que le hizo a Ross, entre otras cosas más, no quiere tener contacto con nadie durante unos ¿meses? ¿años?- Suspiro- Quiere irse, y volver, siendo una nueva persona, dejar su pasado atrás... 

____: 

-No podemos volver a estar juntos- Le digo a Ross- Ross, ¿No te das cuenta? Soy una mala persona, estoy rota... perdí a mis padres, mi hermana nunca ha estado para apoyarme, sólo cuando sufrí este accidente, no tengo a nadie...

-Me tienes a mí.

-Lo sé, y te agradezco por ello, pero no es suficiente- Una lágrima corre por mi mejilla- Ross, quiero a mamá... quiero a papá... quiero a una persona que me diga que lo que estoy haciendo esta mal, a una persona que pueda estar orgullosa de mis triunfos... pero lamentablemente, mamá murió, y papá nos abandonó luego de su muerte... ¿Cómo quieres que me sienta? Estoy rota...

Los labios de Ross sobre los míos hacen que mis pensamientos se alejen de mi un momento.

Sus labios me besan de la manera más delicada posible.

Queriéndome decir a través de ese beso, que no estoy sola, que puedo contar con él siempre que lo necesite. 

Le sigo el beso, tratando de decirle que lo quiero, a pesar que no este segura de eso.

Sus manos acarician mis brazos suavemente.

-Me iré de Los Ángeles.

Le digo, separando sus labios de los míos.

Sus ojos se abren a tope.

Deja de tocarme, y me mira directo a los ojos.

-¿Qué?

-Quiero olvidarme de todo, quiero, dejar mi pasado atrás, quiero... quiero volver a Los Ángeles luego de un tiempo, y ser otra persona.

De un momento a otro, su rostro se torna de color rojo.

Me acerco a él sin levantarme de la camilla, y acarició su mejilla derecha con la palma de mi mano.

-¿Me dejarás?

Pregunta, haciéndome estremecer de pies a cabeza.

Niego.

-Podremos comunicarnos... Ross, esto no es el fin del mundo, nos volveremos a ver...

-No puedo creer que seas tan egoísta, tan... malagradecida.

Dejo de acariciarlo al instante.

Frunzo el ceño.

Sus ojos tienen lágrimas, lágrimas que no quiere dejar caer.

-No puedo creer que apesar de todo lo que me hiciste, quieras dejarme como un maldito perro en la calle, te perdone, perdone que te hayas acostado con el maldito bastardo de Miles, quedaste como toda una puta... perdone la maldita apuesta que hiciste con tu jodida hermana, y no me importo más, quise perdonarte, quise dejar todo atrás para volver a iniciar desde cero, pero... ¿Ahora me dices que te irás de Los Ángeles para volver siendo otra persona? ¿Qué demonios te pasa? ¿Eres consciente de que estoy enamorado de ti y cada vez que te lo digo, tu lo único que sabes hacer es destruirme?  

Niego con mi cabeza.

Abro la boca para poder responderle, pero él me interrumpe.

-¿Acaso no sabes todo lo que me dolió enterarme de esa estúpida apuesta? ¿Todo lo que me dolió escuchar a los demás tipos de la escuela murmuran que habías tenido sexo con otra persona en el cuarto del conserje? 

Se restriega los ojos.

Una lágrima cae por mi mejilla.

-Sé perfectamente que lo que hice estuvo mal, por eso quiero irme... maldita sea, Ross, no sabes cuanto lo lamento... y...

Me quedo paralizada cuando su mano derecha agarrar mi mentón con demasiada fuerza.

Acerca su rostro al mío, y me susurra contra los labios.

-Tu no puedes lamentar nada... tu no tienes sentimientos... eres una maldita zorra en celo...

Cuando me suelta, estoy dispuesta a defenderme.

Una de las cosas que me dijo Kelly fue; no te dejes tratar mal por ningún hombre.

Pero no puedo hacer nada al sentir la palma de su mano, golpear mi mejilla.