Capítulo 49:
Las cosas con Agustin iban de todas formas menos bien, cada vez que hablábamos por teléfono terminábamos peleando y eso me estaba disgustando un montón.
Mi cumpleaños se acercaba y Agustin se negaba a venir, por lo de su música y trabajo. Cada día me sentía más sola de lo habitual... Tenía el amor y el cariño de mi madre, pero no era lo mismo. Kristen por su parte estaba con ese tal Mauricio, ni siquiera lo conocía y tampoco tenía ganas de hacerlo.
Mamá me había dado una idea para celebrar mi cumpleaños, era algo como que invitará a mis amigos e hiciéramos un pequeño asado con ellos, los invite y claro que lo hice pero todos ellos se negaron a venir, que penosa estaba siendo.
— ¿Qué dijeron tus amigos? –preguntó mamá.
—No haré nada, mamá.
—¿Por qué? –preguntó triste y a la vez preocupada.
—Porque ninguno de ellos puede venir, así que... me quedaré en casa.
—Puedo darte algo de dinero si es que quieres salir a algún lugar.
—Sería buena idea, salir, sí eso haré.
—Entonces te daré dinero. ¿Cuánto quieres?
—Lo que tú puedas darme, me conformo con lo que sea.
—Me tienes que decir, es tú cumpleaños.
—Pero es tu dinero mamá. –reí.
—No importa. Quiero que te diviertas.
—¿$10.000? ¿Está bien o es mucho?
—¿Mucho? –rió con sarcasmo- Por favor ____ es tú cumpleaños.
—¿Ves? No sé cuánto pedir.
—Bien entonces ese día lo vemos.
—Está bien, me parece.
"...Entonces nuestro amor fue interrumpido por mi horario. No había nada que pudiera hacer, porque caí en la depresión más profunda nena, odio saber que soy yo el responsable. Entonces tú corazón se llenó de tanta agresión, bebé... Tú te acostumbraste a estar sola a solas." –Alone.
Esa tarde de martes decidí salir, me estaba ahogando el mismo aire de la casa. Di varias vueltas por el centro de la ciudad hasta que el calor me estaba agobiando. Me senté en una banca, sola, mirando mi celular pero no había nada interesante. De pronto una cara conocida, muy conocida se posó frente a mí.
—Hola. –era Sebastián.
—Hola. –respondí. Estaba roja como un tomate.
—¿Qué haces aquí tan sola? Es peligroso.
—Náh. No creo que sea peligroso.
—Pero esa no fue mi pregunta. ¿Qué haces aquí?
—Nada, estaba aburrida así que salí.
—¿Y tu novio, donde se metió? –era obvio que se refería a Agustin.
—Trabajando, en sus nuevas canciones.
—¿Te pasa algo? Te noto triste.
—No nada. –sonreí.
—Ambos sabemos que no nos conocemos mucho pero nos veíamos todos los recreos.
Asentí. —Sí, lo sé.
—Entonces... ¿Tenemos algún tiempo para conocernos?
—Claro, no veo el problema.
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Yo SOY Casanovista TERMINADA
RomanceTodos los sueños se pueden cumplir.. Sueña con ellos y Veras que se hacen Realidad..