Adios.

748 44 8
                                    

  ||Capitulo 19||

El día siguiente fue lo mismo de siempre, estar acostada como una vaca. No hacer nada, así se pasaban mis vacaciones. Sonaban aburridas y lo eran. «Si estuvieras con Agustin no serían aburridas. » Y ahí iba de nuevo esa vocecita molesta.

— ¡____ te buscan! Yo me tengo que ir, así que baja rápido. –grito mi mamá desde el primer piso.

No, no, no. Agustin es la única persona que viene y molesta a esta hora.

—¿Quién es? –pregunté gritando.

—Solo ven, estoy atrasada. ¡Nos vemos!

La puerta se abrió y se cerró de un portazo, mi mamá se había ido. Baje y ahí estaba su molesto culo.

—Hola. –dijo.

—Uf. –suspiré. — ¿Qué quieres?

—Hablar contigo.

—Lo estamos haciendo.

Mi forma de responderle era verdaderamente cortante y fría.

—____ en serio. Te amo y no te quiero perder. Me gustas demasiado, es más me encantas. Volví por ti, porque no podía estar sin ti ni un minuto más. Nena, por favor perdóname.

—No quiero. –dije fría.

—____ no seas así. Tienes que creerme, yo te---

—Sh, no lo digas. Lo interrumpí. –Antes que sigas con tu discurso de palabras bonitas, quiero que sepas que no voy a volver contigo para que todo se vaya a la mierda nuevamente. No puedo contigo. Me gustas, pero no puedo estar contigo cuando somos totalmente diferentes. ¡Me niego!

—Te quiero nena.

—Y eso no me importa, quiero que me dejes en paz, ahora sale de mi casa.

—Escúchame por favor.

—Que no quiero, no quiero escucharte. –grité.

—Cariño... intento dejarte tranquila, intento alejarme. Darte tu espacio, pero no puedo. Ya no estoy durmiendo correctamente porque pienso cada segundo en ti. ¿Qué quieres que haga si ya casi no puedo vivir sin ti?

—Buscarte otra.

—Nena, lo acepto. Cometí un error, me fui, te trate mal y no lo merecías.

—No Agustin, ya no sigas. No quiero seguir escuchándote.

—Déjame explicarte.

—Ni lo sueñes...

—Bebé, déjame explicarte todo, déjame arreglar todo lo que hice mal.

—No.

—Por favor ____, soy un imbécil, el hombre más gilipollas del planeta pero joder, te amo.

—Deja de decir que me amas. –alcé los brazos encima de mi cabeza.

—Mi amor... -dijo suplicando.

—¡Que no soy tu cariño, ni tu nena, ni tu bebé, ni tu amor! Quiero que te vayas, que te alejes de mí y no vuelvas más.

—Eres todo eso, también eres mi novia, mi vida y miles de cosas más. Tienes que volver conmigo, te echo de menos, te necesito bebé.

—Vete Agustin vete, no te quiero aquí, aléjate.

—Lo siento, amor, te juro que lo siento. Soy un imbécil.

—Un punto para ti, eso no lo dudes.

—Si, sí. –afirmó. –Pero tienes que perdonarme, un imbécil como yo se da cuenta de los errores que comete. Dame una nueva oportunidad.

Yo SOY Casanovista TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora