Camila despertó en la madrugada con un sobre salto en el corazón, pensó que había tenido el sueño más exquisito de su vida, abrió sus ojos y entonces asimiló toda la situación…el concierto, Lauren, la cabaña, Lauren , toda la conversación, Lauren … Lauren le había hecho el amor…fue jodidamente perfecto y había sido toda una realidad. Camila sonrió mordiendo sus labios y sintiendo su cuerpo completamente lleno y con nuevas sensaciones; en realidad se sentía una mujer completa, plena, repleta, única, deseada y hasta amada. Se volteó para encontrar que Lauren no estaba de su lado de la cama, por un instante, por un pequeño instante sintió terror de que todo haya sido un dulce sueño, pero movió su cabeza al otro lado y vio su silueta de pie frente a la ventana, se estremeció de verla ahí de pie tan solo llevando su camisita y sus bragas, Camila suspiró con el paisaje. Su silueta tan perfecta y tan divina se dibujaba en la oscuridad y la hacía sentir privilegiada de haber poseído ese cuerpo horas antes.
Camila se puso de pie y caminó hasta ella, al llegar pegó su cuerpo desnudo a la espalda de Lauren , pasó sus manos alrededor de su cintura, las descansó en su pelvis y llevó su barbilla a su hombro. – Estás helada. – le susurró al oído.
Lauren descansó sus manos en las de ella y movió su cabeza hacia atrás para quedar más cerca de su rostro. Era rico sentir la cercanía del cuerpo desnudo de Camila pegado a ella, sobre todo sentir sus senos en su espalda. – Podría vivir aquí siempre, es hermosa esta vista y el silencio de la noche.
- Lo es, es idílico todo el lugar.
- Y la compañía es lo mejor para hacer el lugar toda una perfección. – dijo Lauren acariciando los delicados y suaves brazos que la abrazaban.
Camila suspiró con el comentario y le dijo, - Vamos, regresemos a la cama que está haciendo mucho frío y se me congelan mis miserias. – tomando su mano y atrayéndolo con ella a la cama.
Lauren sonrió mientras observaba la espalda desnuda de Camila y comentó. – Si eso son miserias, no me imagino que será andar en abundancia, moriría de placer. - Lauren se metió a la cama, mientras Camila hacia lo mismo y acomodó su cabeza en el pecho de Lauren , su brazo lo posó sobre su vientre y su pierna la acomodó entre las piernas de Lauren . Lauren sintió electricidad por todo su cuerpo de sentir a Camila sobre ella, su cercanía, su calor, la delicadeza de su piel, su aroma, su dulce caricia; le encantaba poder tenerla en sus brazos aquella noche y deseaba sin duda poder hacerlo muchas noches más.
Camila podía sentir los latidos del corazón de Lauren , le encantaba esa sensación, levantó un poco la cabeza para observar el rostro de Lauren en la oscuridad, le sonrió y se acercó para besar sus labios; se podía hacer fácilmente adicta a esos labios, adicta a su compañía, adicta a su cuerpo…y continuó besando sus labios.
Lauren acarició su espalda y con la otra mano su rostro. – Eres tan hermosa, tus labios tan exquisitos. – besándolos nuevamente – y tu cuerpo tan perfectamente delicioso y todo esto ha sido…
- Una locura, ya se. – respondió Camila con un halo de tristeza.
Lauren sonrió y besó nuevamente sus labios. – Diría que ha sido increíble…- dijo mirándola profundamente a los ojos.
Camila la miró con sorpresa, le sonrió sonrojada y devolvió su cabeza a su pecho, quiso decir tantas cosas en ese momento, pero no sabía si era lo adecuado, solamente se abrazó a ese cuerpo que no solo le había dado placer esa noche, sino también quien le había dado más de lo que ella había soñado alguna vez, se abrazó esa noche porque quizás esa sería la única ocasión que tendría ese derecho, se abrazó esa noche y cerró sus ojos…
El próximo día era tiempo de regresar a casa y dejar atrás aquel fin de semana tan único y tan de ellas, ninguna dijo nada, solo hubo silencio específico del tema, aunque todo lo demás era todo lo demás; todo era igual aunque todo haya cambiado aquella noche.
