Omega

Thiago y Keith

Miro horrorizada la imagen, imaginándome el trauma del pequeño al ver a su padre muerto, o incluso como el enemigo lo mata. Es decir, no creo que a un asesino le importe lo que vea o no un niño pequeño ¿No? Es triste, pero es la realidad.

- Joder Malli. Nunca más me ofreceré a ayudarte. Amo correr, pero no me gusta tener que estar detrás de tu culo .- Murmura quejándose la rubia y, al ver que no le contestó, sigue mi mirada hasta el cuerpo inerte, que una vez fue el padre del aterrorizado niño a mis espaldas .- Oh dios...

De nuevo, oigo un lloriqueo, a lo que respondo dándome la vuelta para consolar al niño asustado.

- No llores, estoy aquí y no voy a dejar que te hagan daño.
- Tengo miedo .- Murmura tartamudeando, a causa del llanto, y de una manera que me rompe el corazón. Yo miro al recién nacido que aguanta con fuerza sobre su pecho.
- ¿Es tu hermanito?
- No, el estaba solo, en la calle.
- ¿Puedes contarme algo sobre ti o de el? ¿Vuestros nombres quizá?
- Mi nombre es Thiago, y al le puse Keith.
- ¿Porque Keith? .- Pregunto un tanto curiosa ante el nombre de la pequeña criatura.
- Era el nombre de mi abuelo.

No pregunto más ya que lo comprendo al instante. Sé lo que se siente al perder a alguien tan especial, aunque para algunos no signifique tanto. Mi abuelo fue la persona que me hizo ser como soy; mis habilidades, mis gustos, mis creencias... Todo.

- Thiago
- Dime, Luna.
-Prometo que desde ahora, no estarás solo...

Yo estaré contigo

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