Omega

Apostaría

Sonrío mientras asiento con rapidez, soltando unas discretas lágrimas a causa de la emoción, las cuales limpio antes de que estropeen el maquillaje que mi cuñada tanto se ha molestado en conseguir.

- Te lo prometo .- Contesto con la voz un poco temblorosa por el llanto, respirando entrecortadamente.

Ella no contesta, seguramente por miedo a que note el nudo de su voz, pero si asiente con emoción.
Respiro hondo y camino de un lado a otro en la habitación, en un intento de calmar tanto mi respiración como el nudo que siento en mi garganta causado por los nervios.

- Malli relájate, no te ayudé con los ticks para que te de un ataque de pánico ahora .- Bromea Karla soltando unas risitas, las cuales yo acompaño .- Ahora, vamos a salir ahí y demostraremos al mundo ese cuerpo serrano.
- Oye, deja a mi cuerpo serrano en paz, envidiosa.

Las carcajadas rompen el corto silencio que había en la habitación, entonces pienso que quizás esto es lo que necesitamos, quizás necesitamos reír para acabar con el estrés en nuestros cuerpos.
Más tarde se oyen unos golpes que interrumpen nuestras bromas .

- Mocosa, te esperamos .- Dice Darío, asomándose por el marco de esta misma .- ¡Wow! Estas realmente hermosa, espero que me hayas escuchado bien, por que no creo que lo repita nunca más.
- Supongo que es un cumplido, así que gracias.
- Bien, es la hora ¿Estas preparada? .- Pregunta la rubia mientras se acomoda el costoso vestido.

Pienso un momento para asegurarme de que todo esté listo; estoy peinada, maquillada, vestida... sólo me falta una cosa.
Me acerco rápidamente a la cómoda de la recámara, agarrando el precioso collar de oro blanco y con un zafiro azul en medio.

- ¿Qué es?
- Es mi algo azul, algo viejo y algo prestado .- Murmuro viendo el colgante que una vez perteneció a mi abuelo, el cual me lo regaló a mi en mi sexto cumpleaños, mi último cumpleaños con el...
- Entonces, estamos preparadas.

[...]

La música empieza a sonar, indicando que las damas de honor deben hacer su entrada. Pasan una a una, todas deseándole suerte y dedicándome sonrisas, hasta que llega el turno de Karla, la cual me hace señas señalando en que parte de la canción debo entrar. Cuando ella desaparece por la puerta mis nervios se disparan, pero logro controlarlos y prestar atención a mi entrada, la cual no tarda en sonar.
Cuando las grandes puertas se abren en frente de mi, revelando a todos los invitados, pongo mi espalda recta y agarro con más fuerza el ramo, mientras una sonrisa llena de alegría adorna mi cara. Veo a un lado a mi hermano, y como este mismo me ofrece su brazo.

- Estas hermosa, apostaría cualquier cosa a que papá mataría por estar en mi lugar .- Susurra el mientras avanzamos por el pasillo.
- Pues yo apostaría que nos está viendo ahora mientras planea como arrancarle los huevos a mi futuro marido.
- También es cierto.

Pronto llegamos al altar, donde mi mate espera vestido con su elegante esmoquin.

- Aquí es donde nos separamos, princesa .- Dice Jake mientras acaricia mi rostro y, lentamente, se acerca a abrazarme .- ...

Yo también apostaría que nuestros padres están orgullosos de ti

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